André Silva y la polémica con Caparrós: “Intenté todos los tratamientos que eran legales…”

Pocas trayectorias futbolísticas reflejan con tanta nitidez las luces y sombras del oficio como la de André Silva (29 años, Portugal). Internacional con su país en 53 ocasiones (19 goles), el delantero ha vivido una carrera marcada por momentos de fulgor e inestabilidad. Actualmente en el Werder Bremen, cedido por el Leipzig, Silva es un viejo conocido del fútbol español: vistió la camiseta del Sevilla en la temporada 2018-19 y la pasada campaña la de la Real Sociedad.

Su itinerario es digno de un trotamundos del gol. Así, desde su irrupción en el Porto, ha defendido los colores de Milan (2017-20), Sevilla (2018-19), Eintracht Frankfurt (2019-21), Leipzig (2021-actualidad), Real Sociedad (2023-24) y ahora Bremen.

Una odisea futbolística de ocho años marcada por altibajos físicos que en España provocaron un enfrentamiento con el propio Caparrós, aunque también vivió momentos brillantes como su debut en LaLiga, cuando firmó un hat-trick. En la Real revivió a final de temporada, pero su irregularidad dinamitó su vuelta a Alemana.

¿Cómo se encuentra en el tramo final de la temporada?

Físicamente y mentalmente muy bien, aunque el momento deportivo no me permite estar en mi mejor momento, estoy muy bien. Lamentablemente, no estoy jugando mucho y no estoy haciendo lo que me gusta, que es marcar goles.

Hablemos de su etapa en el fútbol español. Llegó al Sevilla después de estar tres años en el Milan. ¿Qué le motivó para venir a LaLiga?

Yo siempre había soñado con estar en LaLiga y en ese momento que estaba en el Milan, sentía que necesitaba buscar un nuevo reto para volver a sentirme en casa. El Sevilla apareció y surgió la oportunidad. En aquella época estaba en Europa League, Machín confió mucho en mí y fue muy fácil decidirlo, porque el Sevilla es un equipo con muchos títulos y mucha calidad.

Dice que siempre soñó con jugar en España. ¿Qué fue lo que más le sorprendió de LaLiga? ¿Notó diferencias respecto a la Serie A?

Sí que noté diferencias, sobre todo comparándolo con Milan. Los partidos eran diferentes. Justo cuando llegué al Sevilla me pilló aprendiendo italiano, que en ese momento no lo hablaba muy fluido. Cuando llegué a Sevilla todo cambió, las cosas empezaron a fluir de manera muy natural, la comunicación con los jugadores, con el equipo, con todos, eso me permitió soltarme más.

¿Hubo algún jugador que le ayudó más a adaptarse?

Había muchos en aquella época. El único que puedo mencionar es Daniel Carriço, porque yo estaba en Italia y no tenía ningún compañero con quien hablar mi lengua. Y él había levantado títulos en el Sevilla y entonces me ayudó bastante antes de llegar.

Su inicio en LaLiga fue prometedor, debutó con un hat-trick ante el Rayo

Sí, recuerdo que el primer partido jugamos la Supercopa ante el Barça y no pasamos. Pronto empezó LaLiga y el míster me dio mucha confianza. No tenía en mente hacer un hat-trick, yo quería hacerlo lo mejor posible y las cosas empezaron a fluir. Para mí fue un momento de liberación.

Me acuerdo de terminar ese partido cansado, porque el año anterior no jugué mucho, recuerdo los dolores musculares del día siguiente. Fue un momento muy feliz, tenía muy buenas sensaciones, me sentía bien con la dinámica y con los compañeros.

Dice que Machín le dio confianza, pero el director deportivo que apostó por usted fue Joaquín Caparrós, actual entrenador, que por aquel entonces preparó la plantilla para la campaña 2018-2019. ¿Cómo fue su relación con él?

Caparrós siempre ha sido una figura del Sevilla, para los aficionados y para el club. Siempre ha estado ahí, representando los valores del equipo, siendo director deportivo y luego entrenador.

Caparrós ha vuelto por las dificultades que tiene el Sevilla

André Silva, exjugador del Sevilla.

Ahora ha vuelto por las dificultades que tiene el Sevilla y por el momento difícil que está pasando. Cuando yo llegué tampoco tuve mucha relación porque al ser director deportivo tenía muchas otras cosas que gestionar.

¿Fue, entonces, más cercano con usted cuando asumió el cargo de entrenador tras la destitución de Machín en marzo de 2019?

Sí, pero al final empecé a tener problemas con las lesiones, además estaba cedido. No fue lo mismo que al principio de la temporada. Los recuerdos que tengo son del inicio.

Habla de su lesiones en la segunda vuelta. Hubo unas declaraciones de Caparrós cuestionando que realmente estuviese lesionado ¿Le sentaron mal esas palabras?

(Ríe) Caparrós dijo lo que sentía, lo que él veía. Yo tenía mi sensación y mi realidad. Estuve en una situación muy buena al principio en Sevilla, las cosas estaban fluyendo. Pero entonces tuve una lesión que me permitía jugar, pero cada vez estaba peor. Entonces, el dolor aumentaba y mi nivel fue bajando.

Yo tenía muchas expectativas, mucha ambición porque quería que las cosas saliesen bien, pero eso acabó en frustración porque yo ya no estaba al mismo ritmo ni con la misma capacidad. Hubo un momento en el que ni yo estaba bien físicamente ni lo estaba haciendo bien en el campo. Entonces, lo mejor era parar para recuperarme, porque no tenía otra alternativa. Poco después, el Sevilla cambió de entrenador y me necesitaba, pero las cosas estaban así.

Lo que Caparrós dijo ya no se podía cambiar

André Silva, exjugador del Sevilla.

Mi foco principal con el equipo médico del Sevilla era ver cuándo podría recuperarme y mi pensamiento era volver la siguiente temporada. Sin embargo, tenía la fase final de la Liga de Naciones, yo quería llegar y me dijeron: ‘si recuperas bien, a lo mejor llegas’, entonces ese fue mi objetivo, porque quería jugar al fútbol, quería competir y esa era la primera competición a la que podía llegar.

Me daba mucha pena porque no tenía las mismas condiciones en las que estaba a principio de temporada, me duele por eso. Pero la realidad fue esa. Intenté probar con los fisios el tema de los dolores. Probé todos los tratamientos que eran legales, pero era algo más preocupante y grave de lo que quizás yo expresaba de puertas para fuera. El tiempo no se puede cambiar.

¿No llegó a hablar con él sobre esto?

Sí, fui a hablar con él. Él me dio su opinión y yo la mía. Pero lo que estaba dicho estaba dicho, no se podía cambiar. El foco era el mismo: intentar estar sano cuánto antes para poder hacer mi pasión, que es jugar al fútbol.

En esa primera vuelta, se habló de ejercer la opción de compra, ¿le hubiera gustado?

En el fútbol nunca se sabe. Las cosas podían haber sido distintas si me hubieran comprado, claro. Pero es muy complicado contestar, yo estaba bien en Sevilla, me identifico mucho con los valores del club, pero el futuro fue otro. Entonces sería crear una realidad que no ha pasado. Cuando estaba bien allí y estaba jugando bien el foco era ese, defender los colores del Sevilla, demostrar que ahí estaba bien y reflejarlo en el campo.

¿Se imaginaba al Sevilla en Segunda División?

Ni de lejos me lo imagino. Sé que ahora han pasado ese capítulo tras ganar contra Las Palmas. Imagino que en el club, los aficionados y los jugadores quieren que el Sevilla esté donde se merece. Puede pasar que las cosas no vayan bien, pero han logrado salir de ese peligro, nunca me imaginaría al Sevilla en Segunda División.

¿Cómo ve el enfrentamiento actual entre la afición y la directiva? ¿Está al tanto de los incidentes sucedidos hace unos días en la ciudad deportiva?

Es una situación difícil y pesada. La violencia y la agresividad solo traen más problemas. Cuando el club ganó tanto no fue con esos pensamientos violentos. Entiendo también a los aficionados, por la causa de disolución del club, pero creo que eso no puede pasar.

Es una situación pesada. Entiendo a los sevillistas

André Silva, exjugador del Sevilla

De lejos, imaginaba que eso podría llegar a pasar porque cuando estuve sentía toda esa llama de los aficionados, toda esa fuerza en la gente, pero lo hacían de manera positiva, tanto en casa como fuera. No sé realmente lo que está pasando y cómo lo están haciendo, pero nunca se debe actuar así. La situación deportiva es complicada, hay mucho detrás, la parte financiera... poco puedo comentar.

¿Pronóstico para el Sevilla - Real Madrid?

El Madrid tiene bastantes lesionados, no se juegan nada, la situación también está hablada con el entrenador. El Sevilla está en esa situación pesada y aunque ya no cambia nada, sería un empujón que ganasen, así que apuesto por el Sevilla.

Tras esta etapa, llega al Eintracht, donde anota 28 goles en una temporada. ¿Fue el equipo en el que más valorado se sintió?

Sí, fue la primera vez que estuve dos años en un club, la primera vez en Alemania y la primera vez que sentía estabilidad, lo que me permitió sacar lo mejor de mí.

Al estar más tiempo, pude conseguir más cosas. El fútbol no es solo lo que ocurre en el campo, influye el entrenador, los compañeros, la familia... Ahí, todo esto estaba en la misma sintonía, entonces me permitió sacar lo mejor de mí. Hice mi mejor marca a nivel de números y creo que fue gracias a eso.

¿En el resto de equipos le faltó esa estabilidad?

Sí, he estado en muchos equipos cedido en los que sentía que estaba intentando resolver algo y eso no es lo mejor a nivel de números ni a nivel deportivo para un jugador, tener más estabilidad y más confianza me hubiera permitido hacerlo mejor, pero el fútbol es así.

Ha jugado en España, Italia, Portugal y Alemania. ¿Hay alguna liga a la que le tenga un cariño especial?

De pequeño me imaginaba empezando a jugar en España o Inglaterra y acabé en Italia. Es complicado porque a veces no controlas muchas cosas en el fútbol. Abres una puerta y cierras otra. Ya me adapté tanto y aprendí en tantas situaciones, que lo que creo que ahora sería lo mejor para mí es tener más estabilidad, para recuperar la ambición de competir y ganar.

Además, lo que me ha faltado en mi carrera es estar en un equipo en el que pueda hablar bien el idioma. Cuando estuve en Italia no sabía hablar bien, ahora ya hablo italiano, cuando estuve en España fue muy poco tiempo y cedido...

Dice que de pequeño siempre había soñado con jugar en LaLiga y la Premier, ¿en qué jugadores se fijaba?

Obviamente mi referente fue Cristiano, en el United y en el Real Madrid. Los niños de Portugal, al estar tan cerca de España, nos fijábamos en todos los jugadores que iban saliendo, de la altura de Xavi, Iniesta, Messi...

En aquel momento se rumoreó un interés de United, Barça o Atlético, ¿que hay cierto en eso?

A mi nadie me dijo nada directamente (ríe). Desde que estoy en el fútbol he aprendido que lo que hoy se dice, mañana no es. La información me llega, pero las cosas concretas y reales son difícil de definir. Lo que fue real es que el Leipzig me llegó con una oferta. Cuando jugaba en el Eintracht y me enfrentaba al Leipzig, pensaba que era un equipo increíble que estaba jugando Champions. Así que cuando llegó con muchas ganas y persistencia, fue un sí.

Tras su llegada al Leipzig, le vuelven a ceder a España, esta vez a la Real Sociedad, ¿cómo fue esa decisión?

Yo crecí jugando en un equipo de asociación, de asociarme siempre jugando arriba con la pelota, como en los equipos de LaLiga. Cuando estaba en el Leipzig necesitaba dar otro paso más. La Real estaba en Champions por aquel entonces, me llegó la oportunidad y fue una decisión fácil.

Llegué lesionado y tardé en estar al cien por cien físicamente, por lo que al principio fue difícil. Sin embargo, fue fácil adaptarme al club, a los jugadores y al equipo. Por los valores, la lengua y las costumbres quise probar porque quería volver a ganar y a competir.

¿Le hubiera gustado dejar una huella mayor si no hubiera sufrido esas lesiones?

Sí, probablemente, pero hay muchas cosas alrededor: jugadores, dinámica, el equipo, la visión de futuro... Y cuando estás cedido hay un margen muy pequeño para hacer números como los del Eintracht. A pesar de eso, soy una persona que cuando está en un equipo solo quiere pelear y competir.

¿Qué diferencia notó entre la Real y el Sevilla?

Eran formas de trabajo diferentes, nada mejor o peor. En Sevilla noté ese atrevimiento del fútbol, esa llama. En la Real sentí mucho trabajo y dedicación. La Real es muy intensa y el Sevilla es como que intenta sacar el fútbol atrevido, había mucha más espontaneidad y fluía más, no sé como explicarlo.

¿Se refiere a que en la Real notaba más un método de trabajo fijo?

No, lo que intento decir es que la forma de trabajar era distinta. Son culturas diferentes, una cultura más del norte. Cuando llegué a los entrenos en Sevilla vi mucha calidad en los centros o en los regates, mientras que en la Real era más intensidad y foco en el trabajo.

Tampoco pasa un buen momento la Real, ¿qué cree que le ha faltado esta temporada para alcanzar los puestos europeos?

Es difícil. Yo lo que te puedo decir es que en la Real se trabaja mucho, pero al final los equipos te analizan y pueden anularte a nivel táctico. En el plano emocional, creo que también habrá afectado la salida Imanol, la gente lo sabe y esas cosas se sienten. Lo mismo sucede en el caso de Merino, que era una figura muy importante. También se habla de Zubimendi.

Considera, entonces, que sin esas tres piezas (Merino, Imanol y Zubimendi), ¿la Real será diferente? ¿Cómo era su relación con ellos?

Mi relación era muy buena. Eran y son los pilares del club. Zubimendi aún está ahí, no sé si acabará saliendo. El míster era el pilar más importante y eso puede afectar a la gente. Eso se siente y se nota. Lo único que te puedo decir es que siempre que estuve ahí, todos los días tenía que dar el máximo de mí.

Imanol era el pilar más importante de la Real y eso puede afectar a la gente

André Silva, exjugador de la Real Sociedad.

¿Cómo ve el futuro de la Selección de Portugal?

Con mucha calidad, llevamos dos años con Roberto Martínez, ahora están en la fase final de la Liga de Naciones. Hay jugadores con mucha calidad, a pesar de ser un país con menos habitantes, creo que la dinámica y las expectativas son muy positivas. En Portugal hay mucha pasión por el fútbol. La vida gira alrededor de este deporte.

¿Ha afectado la figura de Cristiano en eso?

Claro, yo también pasé por eso, así que hablo por experiencia propia. Que él llegara tan lejos fue muy motivador porque a los demás nos permitió soñar y querer llegar lejos.

¿Cómo es compartir vestuario con él?

La primera vez fue difícil de creer, fue una motivación y un orgullo. Disfruté de cada minuto y vi que todo lo que soñaba de niño se estaba cumpliendo.

¿Le ve jugando el Mundial de 2026?

Sí, por lo que vemos nosotros, sí. Pero a nivel personal hay mucho detrás de un jugador y eso solo él lo podría decir. Por cómo es y por la ambición que tiene no me soprendería que jugase.

No me sorprendería que Cristiano jugase el Mundial de 2026

André Silva, jugador portugués.

Y usted, ¿se ve volviendo a la Selección?

Sí, es una de mis ambiciones, pero sé que antes de eso hay que trabajar en el día a día. Ahora mismo es muy difícil con la calidad que hay en Portugal. Por eso, estoy centrado en cambiar mi presente y que en un futuro pueda incluirse en el camino.

Llegó al Bremen cedido en enero, ¿cómo está viviendo esta etapa?

Ahora mal porque no estoy jugando, los cedidos tenemos un margen muy pequeño, pero ya estoy acostumbrado. Tengo esa responsabilidad y, además, es un desafío mayor al llegar en el mercado de invierno. Son menos de cinco meses para demostrar lo que puedes hacer. A veces no puedes controlarlo todo. Por eso trabajo y me enfoco todos los días en el presente para poder hacerlo mejor.

Recalca mucho que está cedido, ¿cree que hay más presión al ser un jugador a préstamo?

No presión, pero sí que es verdad que no tienes ni estabilidad ni tiempo para la adaptación, porque la forma en la que yo juego, que soy un futbolista al que le gusta entender el juego, automatizar las cosas y conectar con los jugadores, necesito adaptarme y que me conozcan. Eso lleva tiempo y ese es el punto más difícil de las cesiones.

¿En qué equipo le hubiese gustado tener más estabilidad?

Te diría Sevilla y Real Sociedad porque fueron los clubes a los que mejor me adapté. En el Sevilla, el principio fue lo mejor y luego llegó la lesión. Sin embargo, en la Real, fue al final, cuando me recuperé y empecé a marcar goles. En el Sevilla tenía margen para crecer más, por eso te diría esas dos.

¿Cuáles son sus objetivos a corto y largo plazo?

De momento me queda un año de contrato con el Leipzig, a ver lo que pasa, pero mi ambición es siempre la misma: competir, jugar, llegar lo más lejos y disfrutar del fútbol. Dependerá de la situación en el Leipzig y de las oportunidades que surjan en el futuro. Quiero ser una referencia entre los jugadores más experimentados para volver a la Selección, también quiero ganar títulos.

¿Se plantea ir a Arabia?

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No, en los mercados anteriores ya se me preguntó si estaba abierto y dije que no estaba interesado, que no quería escuchar ofertas porque mi foco era ganar títulos, marcar goles y volver a la Selección, pero en el futuro nunca se sabe. Como te dije, quería empezar en LaLiga o la Premier y me fui a Italia. El fútbol da muchas vueltas, prefiero disfrutar del momento.

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