Aferrados al casi milagro Aguirre
En 2020, el primer descenso pepinero a Segunda, los entonces comandados por Javier Aguirre hicieron un increíble sprint final (11 de 15 puntos) que ahora serviría para la salvación blanquiazul en el mismo lapso.
Hace cinco años el refrán se hizo carne en Butarque: ‘Nada para morir en la orilla’. Ahogados. Hundidos. Descendidos. El Leganés bajó a Segunda División la temporada 2019-2020 tras un curso nefasto de tragedias concatenadas. Doce meses, doce catástrofes. Algunas incontrolables, que dejaron al equipo pepinero al borde de una muerte anunciada que pudo no ser… pero fue.
En un rush final increíble, los entonces dirigidos por Javier Aguirre se agarraron a la épica para sumar once puntos en las últimas cinco jornadas y quedarse a sólo un gol de la permanencia. De haber marcado ante el Real Madrid en la última jornada (2-2 fue el resultado final de aquel partido marcado por el VAR), de haber ganado a los blancos, el Leganés habría permanecido en Primera un curso más.
Esfuerzo titánico sin premio que, con todo, sirvió de ejemplo de resistencia y lucha en días complejos, como dijo llorando su capitán Bustinza (eran días duros por la Pandemia de COVID-19), y, cinco años más tarde, también puede servir de ejemplo para el Lega actual de Borja Jiménez. Un retazo histórico de que, como cantó Butarque tras el 1-1 ante el Girona, “sí se puede”.
Aquella remontada épica
Porque ahora, como justo antes de ese sprint de esperanza inútil, quedan cinco jornadas para que termine el campeonato. Y si, por una coincidencia cósmica, los pepineros repitieran aquellos resultados, el Leganés se salvaría con casi toda seguridad. Ese equipo cosechó sus 11 puntos de 15 posibles después de un 0-3 del Sevilla (Butarque aquel día apestó a azufre) y tras ganar al Espanyol (0-1) empatar en Eibar (0-0), ganarle al Valencia (1-0), asaltar San Mamés (0-2) y empatar contra el Real Madrid en Butarque (2-2).
Aquellos rivales son más complejos de los que ahora afrontará un Leganés con un calendario (guardando las distancias) más sencillo. Los de Borja Jiménez visitan al Sevilla, reciben al Espanyol, encadenan dos salidas a Villarreal y Las Palmas y acaban en Butarque contra el descendido Valladolid.
Un tope en ascenso
Si, en un giro de los acontecimientos (la inercia es mala, pero peor era la de 2020) este Lega resucitara para encadenar esos mismos once puntos, acabaría con 41 (hace cinco años habrían bastado con 38), guarismo que, seguramente, esté por encima de una salvación que en Butarque calculaban inicialmente en 39 puntos, pero que seguramente sea más cara después de los buenos números de Las Palmas y Alavés en estas últimas fechas.
Comparativa, por tanto, que demuestra que hay margen para la fe y, sobre todo, opciones de que los blanquiazules se salven a final de una campaña complicada, pero aún con margen suficiente para no tropezar por segunda vez en el mismo refrán, y evitar morir de nuevo al borde de la orilla.
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