Murillo pinta bien en el Málaga

En el paso adelante del Málaga CF, con 4 puntos de 6 en las últimas dos jornadas, va conjugado con la aparición de algún futbolista fuera de órbita. No un fichaje del pasado verano, o elementos de esta plantilla a los que debería atribuirse una mayor jerarquía en este asomo al precipicio, ahora ganando algo más de distancia. Ante los problemas, La Academia, y ahí ha vuelto a emerger Diego Murillo. Su cabezazo en Ipurúa marcó el camino de esa reacción, una titularidad sorprendente, pero es un jugador que siempre ofrece unos mínimos altos. Pellicer le dio continuidad ante el Castellón en el once y echó el cerrojo, con algún error que subsanó Alfonso Herrero, pero completando su segunda gran actuación consecutiva. Meritorio por el momento, su rol previo y voltear ese lugar, beneficiado en aquello de mover el árbol.

El comodín. El chico para todo. De central y lateral izquierdo. En el once de la jornada en Liga Hypermotion tras el Eibar-Málaga, donde jugó de defensa diestro, izquierda y hasta algún tramo de lateral. En ese esquema de tres centrales, de un recurso a un plan apetecible para Pellicer, las puertas se abren, y Murillo hace labores en esas cinco posiciones. Nelson Monte regresará ante el Granada, el central portugués ya trabaja a pleno rendimiento tras superar las molestias en los isquios. Un pequeño dilema para Pellicer, si respetar lo que funciona o generar ese hueco al portugués. U ambos casos por las alternativas que ofrece Murillo. “Puedo jugar de lateral izquierdo y lateral derecho, pero mi posición natural es la de central y es donde yo realmente me siento cómodo”, reconocía esta semana en Cadena Ser Málaga.

“Después de la pretemporada que vine haciendo, que me vi bien y con confianza. No te voy a mentir, sí me esperaba más, pero el nivel de mis compañeros ha estado muy alto y es lo que hay”, acepta el defensa de Malagón. Antes de estas dos titularidades, Murillo solo había participado en cuatro partidos esta temporada. Jugó el Málaga-Cádiz, aquel diluvio en La Rosaleda el 9 de marzo; titular ante el Cartagena en Cartagonova; y algún minuto suelto con el Córdoba en agosto. En total, 424 minutos, contando la eliminación de Copa ante el Estepona, un adiós que además dejó tocada a esa unidad B. Permaneció en el mercado de invierno, apartando esa tentación de salir y buscar minutos, como sí hizo Moussa Diarra, una cesión al Marbella sin retorno tras esa terrible lesión de rodilla al poco de llegar.

Recién cumplidos los 24 años, tiene contrato hasta 2027. En el horizonte, acumular méritos de cara a la 25/26 y ganarse el hueco, aunque hay que dilucidar la categoría todavía. Se afronta con la moral alta el derbi ante el Granada en La Rosaleda (sábado a las 18:30 horas). Dinámicas y estados de ánimo. Y nadie lo ejemplifica mejor que Diego Murillo.

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