Raúl, adiós al Castilla
El técnico se marchará al final de esta temporada ante la falta de oportunidades para promocionar. Ya se lo ha comunicado a su entorno. Arbeloa, heredero.

Raúl se va del Castilla. Tras seis proyectos en el filial. Tras siete años en los banquillos de La Fábrica. Con la Youth League de 2020 como gran highlight. Con una sensación amarga. De no haber cumplido su anhelo. Porque ese no era otro que terminar el trayecto en el piso superior. En el primer equipo. Una puerta que nunca se le ha abierto. Ni en 2021 cuando Zidane dejó el club ni ahora. Han sido las dos grandes ventanas de oportunidad. Pero ha sido un imposible. Llegaron Ancelotti, entonces, y Xabi Alonso, ahora. Y el Siete lo tiene claro. Tras el último partido ante el Alcoyano (sábado, 19:00), adiós. Réquiem por un sueño.
Ha dicho basta. Como bien ha adelantado Relevo y ha podido confirmar AS, Raúl ya ha ido comunicando su decisión a su círculo más cercano y al vestuario. Una resolución complicada. Porque es el adiós al club de su vida, de ahí las dudas. Pero ha entendido que la promoción era una quimera. Al menos, de momento. Al menos, desde el banquillo del Castilla. Porque Raúl nunca cerrará la puerta al salir y se marchará de buenas maneras. Aunque con un profundo sentimiento de desencanto. Un chasco mayúsculo. Ese "cada día me siento con más confianza y preparado para cualquier reto. Y cualquier reto es cualquier reto“ que lanzó tras ganar al Fuenlabrada sonaba reivindicativo. Y lo era.

Último intento
Ya se sentía listo para el salto 12 meses atrás. Y así se lo transmitió a su entorno. Pero, tras sopesarlo mucho, prefirió darse un último intento. Por un lado, para cumplir ese objetivo que tan cerca se quedó en 2023, el ascenso a Segunda. Por otro, para no salir de la rueda del Real Madrid. En lo meramente deportivo se quedó en la orilla. Con un 2025 sensacional con una sola derrota que ha dejado al Castilla cerca del playoff tras despedirse de 2024 en descenso. En el otro aspecto algo más lejos. Porque en el club, cuando la opción preferencial era que Xabi se pusiera el chándal tras el Mundial, se había elegido a Solari como interino. Otra gota más para el vaso.
Horizonte
Ahora, en su horizonte, hay una bifurcación. Por un lado, su futuro. Ha tenido ofertas potentes, como el Leeds United, el Villarreal o el interés perenne de un Schalke 04 que sueña con él como arquitecto para su renacimiento. Pero la decisión no está tomada, toca madurarla. Y valorar qué pétalo es el favorito.
Por otro, ese Alcoyano-Castilla de final de temporada. Y el último entrenamiento con sus chicos, mañana en Valdebebas. Todavía queda por perfilar el timing de los anuncios. Cuándo y cómo lo hará público el Real Madrid. Cuándo y cómo lo hará público el propio Raúl. Pero la realidad es esa: Raúl pone fin a sus siete años en La Fábrica.
La hora de Arbeloa
Y cuando unos salen, otros llegan. En este caso, sube un piso en el organigrama de Valdebebas. Es el turno de Álvaro Arbeloa. Siempre ha sido el elegido para recoger el testigo y cuenta con la confianza de la plana mayor del Madrid. De hecho, su nombre llegó a aparecer en conversaciones para ese puesto de interino que sobrevoló el Mundial por momento. Gustan sus métodos, sus resultados (inmerso en la lucha por la Copa de Campeones tras ganar su segunda liga en tres años) y su capacidad para detectar perlas. A partir de la próxima temporada, el Castilla será suyo.
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