Real Madrid C - Villanovense | Playout Segunda RFEF

Del purgatorio al cielo

Ruymán llenó de nervios Valdebebas, pero Bruno Iglesias igualó y Jacobo Ortega sentenció. El Madrid C seguirá en Segunda RFEF. El Villanovense, a Tercera.

Madrid
Bruno Iglesias, goleador del día decisivo del Real Madrid C.
Bruno Iglesias, goleador del día decisivo del Real Madrid C.AITOR MARTINDiarioAS

Dolor y gloria. Sin medias tintas. No las hay en un cara o cruz. En un partido por la supervivencia. Sonríe La Fábrica. Lloran en la Serena. Se queda el Real Madrid C. Se quema el Villanovense. Un club serón que soñó. Con un zapatazo de museo de Ruymán. Pero que se despertó con un ramalazo de jugón. De un Bruno Iglesias que no hace mucho era ‘el elegido’ de Valdebebas. Su contexto ha cambiado. El talento no. Y el talento decide. Y lo hizo. Fue el boleto de la salvación para los de Joselu. Del purgatorio al cielo.

Tras un partido de tensiómetro. Ya el pistoletazo llegó acompañado de bríos. Intensidad. Aunque sin decibelios. Porque no tenía prisa el Madrid. Ni veneno el Villano. El dominio era territorial, pero no real. Faltando tangibles. Con los de Joselu Sánchez, que repitió los guerreros que conquistaron el Municipal serón, cómodamente plantados. Con el viento a favor del resultado. Expectantes, conscientes de que un zarpazo era olor casi definitivo a permanencia. Y con los de Cifuentes sin querer correr antes de andar. Construyendo cimientos, sin dejar grietas.

Un contexto rocoso, férreo, donde la ocasiones eran agujas en un pajar de control. Y llegaban de manera aislada. Como un par de llegadas de Carvajal y Ginés. Como un chut de Benji que se marchó desviado. Como un disparo de Manu Serrano que obligó a Olmedo a desempolvar los guantes. Como una jugada a balón parado del Villanovense que instaló el runrún a la grada del Campo 7. Y como el verdadero susto. De Kevin a Quetglás. Sobre la bocina. Pero la volea salió mordida. Por suerte para el filial blanco, que se marchó a vestuarios sonriendo. También respirando.

Goles de museo

Aunque no por mucho. Ocho minutos en concreto. Hasta que Ruymán demostró que su fútbol es de otra categoría. Al menos, no de Tercera. Desde 25 metros, el canario telegrafió un zarpazo a la escuadra. Que explotó en la red de Quetglás. Que miró sin explicarse de donde vino ese misil. Como tampoco se explicó el Villano cómo, de repente, Bruno Iglesias lo reinició todo. Recordando por qué era la joya bendecida por Álvaro Benito. Confirmando que el talento no entiende de momentos, sino de confianza. Y por parte de Joselu, y de La Fábrica, la tiene toda. Latigazo ajustado al palo, tras una maniobra de postín. Y tablas.

Todo igual que al principio. Pero muy diferente. Porque el Villanovense no solo se vio en la orilla, sino ya desembarcando. Pero Bruno los volvió a echar a la mar. Y con la corriente mucho más bravía. Un jarro de agua más que fría, congelada. Temperatura antónima a la que cada vez calentaba más el suelo extremeño. Que entraban en minutos de purgatorio, pero con el infierno llamando a la puerta. Con mayor intensidad aún cuando el Madrid C perdonó la vida por partida doble. Carvajal ante Olmedo primero. Jacobo Ortega después. Hubiera sido la puntilla, pero fue un doble halo de esperanza visitante. Aferrados los extremeños a ese dicho que castiga al que perdona. Pero para hacerlo pagar hay que apostar. Y los de Cifuentes no lograban tocar las teclas del gol.

Tampoco las de las ocasiones. Sin fuelle. Porque los pulmones se quedaron en el empate de Bruno. Y al mismo tiempo fue un vitamínico para La Fábrica. Los de Joselu solo sufrieron por el resultado. Por la estrechez del mismo. Pero no por todo lo demás. Porque tras el gol el Villanovense desapareció. Y el Madrid C creció. Hasta hacerse gigante con la sentencia de Jacobo. El segundo filial blanco sufrió, pero se salvó. Un año más en Segunda Federación. Del purgatorio al cielo.

RESUMEN

Real Madrid C: Quetglas; Moya (Emanuel, 78'), Sotres, Álex Pérez, Calleja, Serrano; Cristian, Romera (Carlos, 70'); Bruno Iglesias (Mascaró, 90'); Carvajal (Jacobo, 78') y Ginés.
Entrenador: Joselu Sánchez.

Villanovense: Olmedo; Robles, Placi (Óscar Muñoz, 70'), Brunet, Lobato; Ruymán, Pajuelo (Pablo Guerrero, 77'); Benji (Viti, 70'), Abreu, Kevin Sánchez (Domínguez, 85'); y Chalbaud (Adighibe, 85').
Entrenador: Alberto Cifuentes.

Goles: 0-1 (53'): Ruymán. 1-1 (56'): Bruno Iglesias. 2-1 (89'): Jacobo Ortega.

Árbitro: López Fernández (Galicia). Amonestó a Ruymán (19'), Placi (37').

Estadio: Campo 7 de Valdebebas.

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