Polvorín Besiktas para Solskjaer: estalla la crisis deportiva e institucional

El Beşiktaş atraviesa uno de los momentos más críticos de su historia reciente. La derrota por 0-2 ante el İstanbul Başakşehir, en su propio estadio, ha encendido todas las alarmas en el club turco, que ya ha quedado eliminado de la Copa de Turquía y de las competiciones europeas. Con este resultado, el conjunto blanquinegro se aleja aún más de la tercera posición en la liga, su última oportunidad para aspirar a jugar en Europa la próxima temporada.

Durante el encuentro, los aficionados mostraron su descontento con silbidos y protestas, que continuaron incluso tras el pitido final. El técnico noruego, Ole Gunnar Solskjaer, se dirigió a las gradas para pedir disculpas, pero no logró calmar los ánimos. El equipo acumula ya tres derrotas en sus últimos cinco partidos de liga y se encuentra a 26 puntos del líder, el Galatasaray, que encabeza la tabla con 74 puntos.

Solskjaer, en el punto de mira

Desde su llegada al banquillo del Beşiktaş, Solskjaer ha vivido una montaña rusa de resultados. Su debut fue prometedor, con una contundente victoria por 4-1 frente al Athletic Club, y posteriormente logró un valioso triunfo ante el Galatasaray en el derbi (2-1). Sin embargo, el equipo ha fallado en los encuentros clave contra rivales de menor entidad. Cayó por 1-3 ante el Göztepe en la Copa de Turquía y no pasó del empate (1-1) frente al Kasımpaşa en liga.

Esta irregularidad ha llevado a algunos medios y aficionados a compararle con un “Robin Hood del fútbol”, por vencer a los grandes y tropezar contra los pequeños.

Tras la última derrota, Solskjaer no dudó en lanzar un mensaje contundente en rueda de prensa:

“La medicina no salvará a este equipo; se necesita cirugía. Hemos demostrado de lo que somos capaces en partidos como contra el Athletic, Galatasaray o Trabzonspor. Pero hay que afrontar todos los encuentros con esa actitud. Esta temporada está siendo muy difícil. Han pasado dos entrenadores y tres presidentes. Tendremos que esperar al verano”, afirmó.

Protestas en la grada y disculpas sobre el césped

Al finalizar el partido, muchos aficionados se negaron a abandonar el estadio y continuaron con sus protestas. Ante esta situación, el capitán del equipo, Necip Uysal, decidió llevar a los jugadores de nuevo al terreno de juego para pedir disculpas públicamente a la afición. El gesto fue bien recibido por algunos, pero no logró borrar la frustración generalizada que reina en las gradas del Vodafone Park.

Escándalo institucional antes del partido

Como si la crisis deportiva no fuera suficiente, el club también se vio sacudido por un grave incidente institucional ocurrido pocas horas antes del encuentro. Durante una reunión de la Asamblea del club, el expresidente Hasan Arat fue interrumpido por el actual presidente del consejo directivo, Tevfik Yamantürk, quien lo acusó públicamente de ser “un ladrón y un maleducado”.

La situación degeneró hasta el punto de que Yamantürk golpeó al expresidente, y sus guardaespaldas se unieron a la agresión. El altercado provocó una gran indignación tanto dentro como fuera del club, y ha generado un importante daño reputacional para una institución considerada una de las más históricas del fútbol turco.

El Beşiktaş afronta, por tanto, una crisis múltiple: deportiva, institucional y emocional. A falta de pocas jornadas para el final de la temporada, el club se encuentra sumido en la incertidumbre, sin objetivos claros y con la necesidad urgente de una reestructuración profunda que devuelva la estabilidad a uno de los gigantes del fútbol otomano.

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