
La 2ª alemana llena más los estadios que LaLiga
La 2.Bundesliga pelea por ser la tercera liga con más público en las gradas de Europa gracias a una mezcla de clubes históricos, estadios de gran capacidad e hinchadas muy fieles.

El valor de una liga en ocasiones no sólo lo determina su fútbol. El ambiente en los estadios es un factor a tener en cuenta. En Alemania está dándose un suceso curioso: su Segunda División está superando a varias de las grandes ligas del continente.

Desde el inicio de temporada hasta finales de noviembre, la categoría de plata teutona está registrando más de 30.000 espectadores por partido. Nunca había logrado superar esa cifra. De hecho, son pocas las ligas en el mundo que lo consiguen.

Según datos de Transfermarkt, la 2.Bundesliga tiene una asistencia media de 30.618 aficionados. Esto hace que esté por delante de la Ligue 1 (27.711) e incluso de LaLiga (29.996). Hasta está cerca de pasar a la Serie A (30.967).

Las dos ligas con más espectadores en los estadios son, con diferencia, la Premier League y la Bundesliga. Este año la Primera inglesa (42.054) está superando a la alemana (38.629). Sin embargo, la 2.Bundesliga puede optar al tercer lugar.

La principal razón por la que está teniendo tanto público esta Segunda División es por sus clubes. De los 18 que la conforman, 12 han sido en algún momento campeones de Alemania -el Magdeburgo lo fue de la RDA-. Dos tercios del total.

Equipos que han tenido mucho recorrido en la élite se han quedado ‘atrapados’ en la 2.Bundesliga. El Colonia acaba de bajar, el Hamburgo lleva allí desde 2018, el Schalke ha vivido dos descensos en las últimas cuatro temporadas y ahora pelea por no caer a Tercera, el Hertha pasa por su segunda temporada consecutiva, el Núremberg ha jugado en diez de sus últimos once años… y la lista sigue con Hannover, Kaiserslautern o Düsseldorf. Han tenido malas gestiones para evitar los descensos y, una vez en Segunda, les cuesta horrores crear un proyecto para subir de inmediato.

El caso más doloroso es el del Hamburgo. Sólo ha sufrido un descenso en toda su historia pero le ha causado estragos. No ha quedado nunca por debajo del cuarto puesto en 2.Bundesliga, ha jugado dos playoffs de ascenso… y sigue sin subir.

De hecho, los que logran ascender son equipos más humildes pero que dan con la tecla. Este año ha debutado en Bundesliga el Holstein Kiel y el año pasado lo hizo el Heidenheim. También ha vuelto el St. Pauli después de catorce años en Segunda.

El formato no ayuda. Los dos primeros de la 2.Bundesliga suben directos y el tercero juega playoff contra el 16º de Bundesliga. En una eliminatoria a ida y vuelta, se nota el salto de calidad. Sólo tres equipos de Segunda han batido al de Primera en 16 años.

Además de ser históricos los clubes que se quedan, también tienen estadios enormes. Ocho de los dieciséis campos tienen capacidad muy cercana o superior de 50.000 espectadores. Cinco fueron sede de la pasada Eurocopa: el Olympiastadion de Berlín, el Veltins Arena de Gelsenkirchen, el Volksparkstadion de Hamburgo, el RheinEnergieStadion de Colonia y el Esprit Arena de Düsseldorf. Curiosamente, España jugó cinco de sus siete partidos para proclamarse campeona de Europa en actuales estadios de Segunda y sólo dos en alguno de Primera.

Aunque algunos estadios no se llenen todas las jornadas, las aficiones no dejan de lado a sus equipos. El precio de las entradas influye mucho. La localidad más barata en un estadio alemán no suele superar los 20 euros.

Mientras en la Bundesliga se preguntan cuánto tiempo más tendrán que esperar para tener de vuelta a varios de sus clubes históricos, la 2.Bundesliga pasa por su mejor momento. Una categoría de plata que se siente muy de oro.

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