Mariana: “En el Eibar busco volver a disfrutar; de entrenar, de jugar...”
La centrocampista navarra, cedida por el Athletic, habla con AS antes de visitar al Real Madrid: “Iraia Iturregi me ha marcado, aparte de referente, por lo que me aportó a nivel personal y lo que crecí con ella”.


Su mejor recuerdo en el fútbol es dando patadas a un balón junto a su hermano, divirtiéndose, disfrutando... Y eso quiere hacer Mariana Cerro (Zizur Mayor, Navarra, 2000) con la camiseta del Eibar, con la que se estrenó la pasada jornada tras llegar en el mercado de invierno cedida por un Athletic en el que la temporada pasada era una fija y portaba el brazalete. En la presente, apenas jugó 160 minutos... Graduada en INEF y con el máster de profesorado, en sus planes también está la oposición de bombera, pero de momento quiere soltar la presión y sentirse como aquella niña que empezó jugando al fútbol sala en el equipo de su pueblo...
—¿Qué tal por Eibar? ¿Hay algo que le haya llamado la atención estas semanas?
—Muy bien. La verdad que destacaría la humanidad, el grupo que hay. Es todo muy familiar, el club también, y ese trato y esa cercanía es lo que más destacaría.
—¿Se ha mudado o sigue viviendo en Bilbao?
—Sigo en Bilbao. No quería hacer un cambio muy grande, me desplazo para los entrenamientos y los partidos.
—¿Cómo ha ido la semana de entrenamientos?
—Bien, la verdad, preparando el partido, que es duro... Hay que tener ciertas cosas claras para enfrentarte a un equipo como es el Real Madrid.
—¿Pesó la derrota por 0-3 ante el Sevilla?
—Fue un palo. No nos esperábamos algo tan contundente. Al final era un equipo con el que estabas igualado a puntos y esperas sacar algo más. Hubo errores en determinadas acciones y, sobre todo, en los minutos en los que nos meten los goles, también fueron determinantes. Cierto es que no supimos darle la vuelta. Si llegamos a empatar, el partido hubiese cambiado. Nos quedamos con que podíamos haber hecho más cosas y con que de todos los partidos se puede aprender.
—Están cuatro puntos por encima del descanso, ¿notan la presión por la salvación?
—De momento no, yo veo al equipo bastante tranquilo, sabemos la situación en la que estamos. Somos conscientes de que todavía queda este último partido de la primera vuelta y la segunda vuelta entera... Sí que puede existir cierta presión, pero no es momento todavía de ponerse en esa tesitura.
—Les toca visitar al Real Madrid, ¿cómo se plantean este partido?
—Tenemos que dar valor a las cosas que este equipo hace bien, reforzar esa defensa sólida, ser un equipo contundente y competir el partido. Al final las expectativas quizás contra este tipo de equipos no son tan altas, pero sí que es verdad que son partidos en los que se puede mejorar mucho, se puede aprender mucho y también se puede ver en qué puntos eres fuerte y darle importancia a esas cosas.
“El Madrid tiene una plantilla más amplia y los cambios en el once apenas se notan y muchas veces mejoran”
Mariana Cerro, futbolista del Eibar
—¿Cree que han dado un salto más?
—Creo que el Real Madrid ha dado un salto, se ve en sus resultados. Tienen una plantilla más amplia y los cambios en el once apenas se notan y muchas veces mejoran. Competir ante este tipo de equipos es muy difícil y muy complicado, pero sí que es verdad que desde mi punto de vista y desde el punto de vista del equipo, nunca puedes enfrentar un partido desde el pensamiento de la derrota. Claro que puedes hacer un muy buen partido y claro que puedes competirles, después se decantará de un lado u otro.
—Imagino que conoce a Oihane por su pasado en el Athletic, ¿han hablado estos días?
—No, no. Antes de los partidos yo normalmente no se suele hablar. ¿Qué te vas a decir?
—¿Y cómo ve la Liga F? ¿Ha bajado la competitividad, hay fuga de talento...?
—Quizás el año pasado, por ejemplo, el Levante estaba compitiendo en esas posiciones de arriba y este año están compitiendo otros equipos. Ha habido bastantes cambios y equipos que llevaban mucho tiempo siendo punteros, luego han bajado su nivel, pero también creo que otros que lo eran antes lo habían bajado los últimos dos o tres años y ahora han resurgido un poco, pasa con el Athletic o la Real Sociedad. Cierto es, y creo que es es evidente, que hay fuga de talento. Todos los veranos hay jugadoras top que le dan muchísima calidad a la Liga y que se van fuera a jugar, hasta de plantillas como Barça, Levante o Madrid. Eso, directa o indirectamente, afecta a la calidad de los equipos, también en parte porque la Liga a día de hoy es profesional, pero en muchas situaciones, ya se ha hablado mucho, no termina de ser profesional. Entonces hay jugadoras que supongo que van fuera a buscar una profesionalidad o un nivel de competición que creen que igual aquí no lo pueden tener en ciertos equipos. Hay que seguir poniendo ciertas bases para evitar que, por un lado, la gente se vaya y para seguir fomentando que el nivel crezca.
—Ya jugó 30 minutos el otro día, ¿qué cree que puede aportar al Eibar como jugadora?
—La plantilla no es muy grande, así que soy una más en el medio del campo y puedo fortalecer esa zona. Además, creo que me puedo adaptar bien al estilo de juego. Para mí es un cambio bastante grande, de cómo juega el Athletic a cómo juega el Eibar, pero creo que puedo ayudar a la solidez defensiva y en la creación de un juego más ofensivo, que mi posición es un poco intermedia.
—Se tiene que adaptar igual a tener menos balón...
—Todo es adaptarse. Es cierto que el año pasado y este, el Athletic tenía un juego más combinativo, pero siempre ha tenido la idea de recuperar y hacer transiciones muy rápidas hacia el ataque, la de ser fuertes en los duelos, recoger caídas... Quizás el último año y medio, la idea era tener más balón, pero otros años he jugado un estilo más directo. Es adaptarse e intentar hacer lo que el entrenador pida.
—Yendo a sus orígenes, ¿quién tiene la culpa de que sea futbolista?
—Empecé a jugar al fútbol seguro y básicamente por mi hermano y por mi padre. Mi hermano es dos años mayor y siempre estábamos con el balón, en el parque... Mi padre, además, era entrenador y les entrenaba a ellos de chavalillos. Así que por las tardes me metía a entrenar con ellos. Me empezó a gustar y empecé a jugarlo. Me apunté al equipo de mi pueblo que es el Ardoy, y estuve jugando a fútbol sala con los chicos hasta los nueve o diez años. Y luego en el mismo club ya empecé a jugar con las chicas a fútbol 7.
—Empezó muy pronto en un equipo femenino, ¿vivió también ese choque generacional de pasar a jugar con gente mucho más mayor?
—Sí, bastante pronto, ni siquiera había terminado los años de fútbol base. Me acuerdo que yo estaba en el colegio y salía a las cuatro y media, y había días que no llegaba a entrenar, y en cambio ellas salían del instituto y sí llegaban. tenían más edad y yo todavía estaba en cuarto de primaria. Se nota ese cambio, sobre todo en las relaciones. Tú eres una cría y al final ya hay gente adolescente. Al igual que cuando pasas a Regional o a Nacional, que pasé en el propio Ardoy, y había gente que tenía 30 años y yo tenía 13. Fue superbién porque siempre me han cuidado superbién, pero al final sí que notas ese cambio, estás compartiendo vestuario con gente que ya está trabajando o ya tiene su vida formada.
—¿Y, a esa edad, tenía algún referente?
—De muy, muy pequeña recuerdo que me gustaba Morientes, porque mi padre es del Madrid, pero realmente nunca he sido mucho de fijarme ni de tener ídolos. Nunca me he querido parecer a nadie.
“Empecé a ver fútbol, el femenino, bastante mayor, porque de pequeña no estaba, no se podía ver básicamente”
Mariana Cerro, futbolista del Eibar
—¿Y ahora las tiene?
—Cuando veo partidos de la Selección sí me fijo en las jugadoras de mi posición, en sus movimientos, cómo juegan, pero realmente empecé a ver fútbol, el femenino, bastante mayor, porque de pequeña no estaba, no se podía ver básicamente.
—Luego Mulier, Osasuna y Athletic, ¿cómo fue salir de casa con 18 años?
—Tenía en mente salir porque quería estudiar algo que en Pamplona no estaba, entonces me vino todo cuadrado porque tuve la oportunidad de venir al Athletic y aquí en Bilbao estaban las dos opciones ed carrera que me planteaba. Obviamente el salir de casa implica adquirir unas responsabilidades con 18 años que si estás en casa no tienes, pero creo que es algo positivo y que me ha venido muy bien.
—Cuando llegó a Lezama, ¿pudo hacer esas tecnificaciones de las que hablan en el Baby Athletic?
—No, las hacían cuando eran más pequeñas. Lo que yo noté es que ellas sí lo habían hecho, tenían conceptos muy interiorizados, que yo no entendía. Cuando llego al Athletic B, la mayoría del equipo había pasado por tecnificación, y hablaban de cosas, me acuerdo, en las ruedas de pases, que decían el pase a la pierna alejada, y yo no entendía, yo decía, ¿cuál es la pierna alejada? O sea, ¿alejada de quién?

—Después llegó su debut, su asentamiento y hasta la capitanía de la temporada pasada para ahora salir cedida, ¿ha sido difícil?
—El año pasado fue bastante intenso y tuve bastante responsabilidad en el equipo. Este año no estaba teniendo minutos y es cierto también que no estaba pasando por una situación personal muy estable o muy buena y tomamos esa decisión... Obviamente cuando se planteó salir, al principio para mí era un no, un no muy claro, pero al final irme era una buena opción básicamente para salir un poco del bucle en el que estaba ahí. Como todas las decisiones, nunca es fácil tomarlas. Pero creo que me puede venir muy bien; creo que que he hecho bien. Después de llevar aquí un par de semanas, es solo el principio, pero estoy muy cómoda, el equipo y el club me han acogido muy bien. No ha sido un cambio tan tan grande respecto a la vida. Ha sido complicado tomar la decisión de salir, pero es una oportunidad.
—Acaba contrato este 2025, ¿piensa en el futuro?
—Saliendo del Athletic y viniendo al Eibar he buscado, sobre todo, volver a disfrutar. De lo que sea, de entrenar, de jugar, de lo que toque, y un poco también poder estar tranquila y quitarme un poco esa presión que el año pasado tuve y sentía. Objetivo a largo plazo, sinceramente no tengo, ni lo he buscado, ni quiero tenerlo. Dar todo lo que tenga para poder ayudar al equipo, estar disponible cuando se necesite y estar tranquila en ese aspecto para poder disfrutar otra vez de jugar al fútbol, de las compañeras, de los entrenamientos, de la competición... Centrarme en eso irá dando lugar, por así decirlo, a lo que llegue en el futuro.
—¿Ha pensado en salir fuera?
—No me ha llamado mucho la atención porque creo que las ligas que podrían gustarme igual yo no encajo tanto y porque básicamente soy bastante de mi gente, de mis amigos, de mi familia, de mi pueblo... Siempre he estado muy a gusto aquí. Buscando un salto de calidad o de condiciones, podría planteármelo pero es que creo que siempre he estado muy bien cuidada donde he estado.
—Habla de esa presión, cada vez se habla más del aspecto mental en el deporte de élite y de esa ayuda para gestionarla...
—Bueno, supongo que la hay en todos los trabajos y en la vida también, la parte mental es algo muy fuerte y muy importante y cuidarla también lo es. Al final el simple hecho de que estamos en continua evaluación, en continua evaluación tanto entrenando como en las competiciones, genera una responsabilidad y una presión que hay que saber llevar. Sí que es verdad que el año pasado, tanto porque mis compañeras de capitanía no estaban tan presentes, como porque igual me encontré con nuevas responsabilidades dentro del equipo, porque la mayoría éramos muy pequeñas o cosas así, pues por mi forma de ser también y por lo que exige la competición y el día a día en el deporte de élite, sí tuve esa presión. Todos intentamos gestionarla, con ayuda o sin ayuda, pero sí que influye, lo sentí así el año pasado también.
—Si echa la vista atrás, ¿con qué momento de su vida con el fútbol se queda?
—Si busco un mejor recuerdo con un balón, diría cuando jugaba con mi hermano o con mis amigos en el patio. Para mí el fútbol siempre había sido un hobby, algo meramente de diversión, y se ha ido convirtiendo en lo que es ahora, que es mi profesión. Pero me quedaría con esos momentos, darle patadas a un balón, pasártelo bien con tus amigos, con mi hermano, esos momentos se quedan ahí para siempre.
“Iraia Iturregi me ha marcado, aparte de por lo referente es a nivel futbolístico, por lo que a mí me ha aportado a nivel personal y lo que he crecido con ella”
Mariana Cerro, centrocampista del Eibar, cedida por el Athletic
—Una última, ¿alguien que haya marcado su carrera hasta ahora?
—De los entrenadores y entrenadoras que he tenido, a mí me marcó mucho Iraia (Iturregi, exfutbolista y exentrenadora del Athletic). A día de hoy tengo muy buena relación con ella. Vine al Athletic y mi juego era un poco anárquico, por así decirlo, no tenía no tenía para nada los conceptos que ahora sí. Me ayudó un montón y me hizo mejorar un montón, también porque ha sido una persona, por así decirlo. Cuando he estado bien, he jugado con ella, y cuando he estado mal, no he jugado con ella. Me ha aportado cosas bastante positivas en ese aspecto y es una persona que a mí me ha marcado. Aparte de por lo referente es a nivel futbolístico, por lo que a mí me ha aportado a nivel personal y el crecimiento que he tenido cuando he estado con ella: los años del B y del primer equipo.
PreguntAS RápidAS
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—Mari o Marra, me dicen mis amigas.
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—Arroz a la cubana.
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—Ir al monte, escalar...
—¿Última serie o película?
—Los años nuevos.
—¿Una canción para escuchar antes de un partido?
—Hemengatxik.
—¿Jugar un Mundial o jugar la Champions?
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—¿Un deseo para 2025?
—Disfrutar y estar tranquila.
—¿La jugadora rival más difícil a la que se ha enfrentado?
—Graham Hansen.
—¿Jugadora del Real Madrid a la que ficharía?
—Weir.
—¿Jugadora con la que le haría especial ilusión intercambiar la camiseta">
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