Malena Ortiz: “No me quería ver con 35 años sin ahorros y sin experiencia laboral”
La centrocampista habla con AS tras retirarse del fútbol a los 27: “Puede parecer muy pronto, pero a esta edad ya llegas un poco tarde al mundo laboral”.
El amor no todo lo puede. Ni siquiera ese, tan puro, que se siente por el balón. Malena Ortiz (Madrid, 1997) lo desarrolló junto a su hermana Samara desde pequeña, cuando llegó a la cantera del Rayo Vallecano con siete años. Después llegaron el Canillas (2013-16), el Tacon (2016-20), el Real Madrid (2020-22), el Servette suizo (2022-24) y el Valencia (2024-25), con el que dice adiós al fútbol profesional. Con la espina de saber hasta dónde podría haber llegado sin las lesiones y tras haber sufrido su tercera rotura de cruzado en diciembre de 2024, la —ya ex— centrocampista comienza una nueva etapa con la felicidad de haber podido vivir del balón: “Hay otros deportes femeninos que están mucho peor que el fútbol. Yo me he sentido una privilegiada”. Nutricionista de formación, ahora también lo será de profesión...
—Lo primero, ¿cómo está tras dejar el fútbol?
—Muy feliz, la verdad. Se termina una etapa bonita, he dedicado al fútbol muchos años de mi vida y ahora es el momento de decir adiós. Me he preparado durante muchos años para el día después, he estudiado un grado en Ciencia y Tecnología de los Alimentos, un máster en Nutrición Clínica y Deportiva y estoy acabando otro máster más en Nutrición Deportiva del Comité Olímpico Internacional. Tengo ganas de enfrentarme al mundo laboral.
—¿Cómo fue tomar la decisión de colgar las botas?
—Siempre pensé en retirarme joven. Además, en diciembre del año pasado me rompí el cruzado por tercera vez. En ese momento ya había decidido que sería mi última temporada como futbolista profesional, antes de lesionarme. Sé que sólo tengo 27 años, que puede parecer muy pronto para dejarlo, pero yo hago otra reflexión: a los 27 años ya vas un poco tarde para incorporarte al mundo laboral. Era el momento de empezar a progresar en otro ámbito. Y, además, con la decisión ya tomada, llega otra lesión grave. Si me quedaba alguna duda, se me quitó…
“Quiero subrayar lo de que me siento muy afortunada, porque en otros deportes femeninos ni siquiera pueden vivir sólo de ello”
Malena Ortiz, exfutbolista del Valencia y el Real Madrid
—Quizá se lo podía haber pensado por eso, pero si se hubiera retirado igualmente...
—Sí, me hubiera retirado igual sin la lesión. Yo siempre digo que soy muy afortunada porque he vivido durante muchos años del fútbol. Eso era impensable para una mujer hace poco. El problema, en mi caso, es que mi salario me da para vivir al día, sin ahorrar nada. Si alargo mi carrera hasta, por ejemplo, los 35 años, me incorporaré al mundo laboral demasiado tarde. Prefiero empezar ya. Quiero subrayar lo de que me siento muy afortunada, porque en otros deportes femeninos ni siquiera pueden vivir sólo de ello, tienen que compaginarlo con un trabajo. Yo he tenido la suerte de vivir sólo del fútbol, pero no me quería ver con 35 años sin ahorros y sin experiencia en el mundo laboral. Por eso decidí retirarme, incluso antes de la lesión.
—Y en las anteriores, ¿qué fue lo más duro de esta grave lesión?
—La primera fue la más dura. Estaba en un buen momento, en el club, el Real Madrid, en el que siempre había querido jugar… Es todo nuevo, empiezas a pensar si podrás volver a jugar. Es horrible. Además, las primeras semanas son difíciles, con mucho dolor y sin poder hacer nada sin ayuda. Aunque lo peor de todo es ese miedo a no volver a hacer lo que más te gusta.
—¿Qué crees que falta para lograr que haya menor incidencia de las roturas de LCA en mujeres?
—Es complicado responder a esto, es un poco de todo. Siempre se puede mejorar en recursos, porque en hierba natural existe menos riesgo. Y también profesionalizar los entrenamientos, la prevención… Todo eso siempre suma. A pesar de ello, creo que por la morfología de las mujeres siempre va a existir más riesgo a este tipo de lesión. Eso siempre va a estar ahí, pero todo lo que se haga para disminuir ese riesgo será un avance.
—Sabe de esto, ¿desde el plano de la nutrición también hay aspectos que cuidar que ayuden a esa prevención?
—No tanto para las lesiones de rodilla, sino para prevenir las lesiones en general. Cada vez se avanza más, conocemos más sobre la alimentación, la importancia del descanso… y tenemos más medios a nuestro alcance para que la preparación sea óptima.
—Entonces, ¿seguirá ligada al fútbol?
—He empezado a trabajar de nutricionista en Wakai, una agencia de representación, y estoy muy feliz. Tienen un grupo de jugadores jóvenes, algunos ya profesionales, con los que crean un equipo de trabajo en el que yo me siento una más. Nutrición, psicología deportiva, preparación física… Se cuida cada detalle. Sentirme parte de ese proceso es muy bonito, porque los ves crecer y luego llegan momentos de gran satisfacción, como, por ejemplo, el último fin de semana, cuando uno de ellos debutó en Primera. Lo sientes como algo tuyo. Es como volver a vivir todos los momentos que yo tuve en su día, pero a través de otros. Estoy encantada y agradecida por la oportunidad.
—No es la única futbolista joven de la Liga F que ha colgado las botas estos días, también Mariana Cerro (25 años), Yoli Aguirre (26) o Bea Beltrán (27), ¿cree que puede haber algún factor en común?
—Te puedo hablar de mi situación, no sé por qué lo dejan ellas. Sentía que ya había cumplido todos los objetivos en el fútbol y era momento de empezar mi vida laboral. Lo que quiero dejar claro es que esto no es una queja, ni quiero ir de víctima, porque hay otros deportes femeninos que están mucho peor que el fútbol. Yo me he sentido una privilegiada. Eran muchos años haciendo lo mismo y quiero probarme en otras cosas que también me apasionan. Creo que es importante tener un plan B y lanzar el mensaje de que si con 27 años sientes que te motivan más otras cosas que el fútbol profesional, por qué no arriesgarte.
—En estos años, ¿cuál ha sido el momento más bonito que ha vivido sobre un campo de fútbol?
—El ascenso con el Tacon, sin duda. Porque además lo compartí con mi hermana Samara. En líneas generales me siento muy afortunada. No quiero convertir la retirada en un drama porque soy muy feliz. Empieza una nueva etapa y la quiero disfrutar.
“Mi única espina es saber hasta dónde podría haber llegado sin las lesiones”
Malena Ortiz, exfutbolista del Valencia y el Real Madrid
—Y por último, ¿le queda alguna espinita?
—Mi única espina es saber hasta dónde podría haber llegado sin las lesiones. Estaba en mi mejor momento. La madre de Mateo Albarracín, uno de los chicos con los que trabajamos en la agencia, siempre dice que ‘todo lo que pasa conviene’. Me quedo con esa frase. Quiero pensar que las lesiones llegaron porque la vida me tiene reservado algo mucho mejor.
¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí
Rellene su nombre y apellidos para comentar
Tu opinión se publicará con nombres y apellidos