“Ahora al entrenador que llame gorda a la jugadora se le puede aplicar el protocolo”

Después de una huelga y el trancurso de una temporada y media más, el nuevo convenio colectivo que regula los derechos de las futbolistas de Primera División, la Liga F, se firmó en enero de este 2025, sin AFE ni UGT, y se publicó en el BOE a finales de abril. “Del texto se puede celebrar todo menos el salario”, afirma, rotunda, Amanda Gutiérrez, presidenta de FutPro, sindicato mayoritario en la categoría femenina, en una entrevista con AS en la que dirime las mejoras logradas y las tareas pendientes...

—¿Qué puntos del nuevo Convenio Colectivo se pueden celebrar?

—Creo que se puede celebrar todo menos el salario, que para mí es la peor parte del convenio, quizá nos quedamos muy cortos en comparación con lo que nos hubiera gustado conseguir, pero es verdad que fue lo primero que negociamos. Fue una concesión que las futbolistas hicieron, después de ir a la huelga, pero sí que mandamos un mensaje claro a la Liga F de ‘yo estoy retrocediendo aquí para que tú retrocedas en el resto del texto’. En el resto del texto se notó que la patronal (Liga F) sí que fue menos inamovible y nos hizo más concesiones. La peor parte fue esa, pero también es verdad que de aquí solo se puede ir para arriba.

—Aparte de eso, ¿qué más se les queda en la estacada?

—Quizá desarrollar un poco más, asentarlo, el tema de la salud mental. En un principio teníamos muy claro que queríamos hacer un protocolo de actuación para temas de salud mental, pero luego cuando estábamos en conversaciones tanto con jugadoras como con la patronal en la mesa del convenio, veíamos que quizá un protocolo se quedaba corto cuando aún habían temas en los que no se había ahondado.

“Los datos de nuestro estudio de salud mental fueron bastante turbios. Muchos problemas de TCA, jugadoras que se retiraban o tenían que apartarse temporalmente...”

Amanda Gutiérrez, presidenta de FutPro

—Hicieron un estudio sobre ello...

—Y los datos fueron bastante turbios. Muchos problemas de TCA (Trastornos de la conducta alimentaria), temas de jugadoras que se retiraban o tenían que apartarse temporalmente, como por ejemplo hizo Anna Torrodà... Entonces creíamos que lo mejor era hacer algo que estuviera vivo en el convenio, crear una comisión para ir estudiando un poco más estos temas. Por ejemplo, en lo relativo a TCA, ¿por qué se da? A lo mejor es porque no existe una práctica uniforme de medición de los cuerpos de las futbolistas. Porque a nosotras lo que nos llegó es que había jugadoras que un club les exigía estar a ciertos niveles de índice de masa corporal y luego cambiaban de club y bajaban drásticamente. O hay clubes que entienden que cada jugadora era distinta y no inciden mucho en esto. O incluso, que era lo que a mí me llamó la atención más, hay clubes que no comunican el resultado a la jugadora para que no lo supieran. Simplemente adaptaban los entrenamientos para conseguir el objetivo... Esto es un ejemplo de los muchos que hay que pueden ocasionar problemas de salud mental en las futbolistas. Entonces, creímos que la mejor manera de hacerlo era crear un órgano vivo para ir gestionando estos temas. Ahora vamos a hacer este ensayo-error y a ver qué tal.

—¿Quiénes conforman este órgano?

—Básicamente los firmantes: la comisión paritaria. Porque también hacer el protocolo pasa por tener una fase de instrucción, examinar el problema y luego sanciones para la persona que está ocasionando este daño en la salud mental de la futbolista. Pero luego tenemos el protocolo de acoso laboral y sexual, que lo hemos rehecho entero, que es uno de los temas de los que más contenta estoy, aquí ya hay todo un procedimiento en el que ya aplica el tema de la salud mental. Si se provoca un TCA en una futbolista, esa jugadora podría activar el protocolo de acoso laboral, que es el nuevo tecnicismo que hemos añadido para que se pudiera aplicar este protocolo. Entonces realmente el protocolo ya estaba y lo que teníamos que hacer era ahondar un poco en el qué causa estos temas. Lo que queremos intentar es que no exista el problema. Y es muy difícil conseguirlo, somos conscientes, pero hay que empezar por algún lado.

—¿Por qué esta vez no ha habido unanimidad como en el primer Convenio Colectivo?

—La verdad es que no sabemos muy bien qué contestar a esto. porque durante los tres años más de negociaciones AFE jamás manifestó nada. De hecho, fue bastante pasivo en las reuniones, no hacía grandes aportaciones, pero tampoco se oponía a los puntos que íbamos cerrando. Hemos ido bloque por bloque del convenio. Cuando cerrábamos uno, nos reuníamos todos, nos mirábamos a los ojos y nos decíamos ‘¿este bloque se cierra?’ ¿Algo más que añadir sobre este bloque? Sí, no, todos, todos en ese momento nos manifestábamos en voz alta. Y pasábamos al siguiente. Cuando ya se finaliza todo, en junio del 2024, es cuando nos queda pendiente simplemente que Liga F haga una asamblea con sus clubes para ratificar el texto y nosotras, los sindicatos, con las futbolistas. En ese momento es cuando sorprendentemente recibimos a las futbolistas y lo que hacen manifiesto es que no va a firmar el convenio porque no le gusta. La cara que se nos queda al resto de sindicatos es bastante cómica porque no entendíamos qué estaba pasando. Cuando habían manifestado verbalmente en todas las reuniones que estaban de acuerdo con todos los puntos negociados. De repente lo que dicen es que lo han estado repasando mejor y que había algunos puntos que no les cuadraba.

“Cuando ya se han cerrado todos los bloques, querer modificar puntos se llama mala fe negocial”

Amanda Gutiérrez, presidenta de FutPro

—El de las jugadoras del filial, la lista de compensación...

—Sí. Uno de ellos era el artículo 2, que es básicamente a quién aplica, en este caso, a jugadoras de la Liga F, pero sí que es verdad que también permitía que aplicara a las del filial si llevaban más de 10 o 12 partidos en Liga F. Y AFE lo que quería era que desde el primer partido que subías a una jugadora del filial se aplique el convenio. Luego también estaban en desacuerdo con el artículo de las botas de fútbol, que también es algo de lo que yo me siento particularmente contenta porque puse yo ese artículo ahí para que las futbolistas que no tengan patrocinador puedan tener botas. Tampoco estaban de acuerdo con ese artículo ni con el del calendario deportivo, otro artículo que propuso FutPro. No enteníamos por qué se oponían. Cuando ya se han cerrado todos los bloques, querer modificar puntos se llama mala fe negocial. Es una mala fe en la negociación colectiva, básicamente. También hablaron de la lista de compensación, pero es verdad que era un artículo que no nos gustaba a ninguno de los sindicatos. Llegamos a este nuevo convenio y nos encontramos este artículo ahí. Peleamos mucho con Liga F, pero sí que nos dijeron que no iban a quitarlo, eliminarlo era imposible, que si queríamos podíamos a la huelga otra vez.

—¿Y qué se hace ante eso?

—Hicimos una asamblea de jugadoras, solo para hablar de la lista de compensación y les dijimos lo que había dicho la patronal, que no lo iban a quitar, que si querían, convocábamos huelga e intentábamos presionar para que se asustaran. Para FutPro eso no era un problema. Pero las jugadoras dijeron que intentáramos conseguir el mejor artículo posible y valorábamos. Entonces el mejor artículo posible es el que hay actualmente en el convenio. Se lo trasladamos a las jugadoras, se lo explicamos y dijeron que sí. Entonces AFE se opone, y yo también me oponía al salario, pero cuando una asamblea de jugadoras te dice que lo quiere firmar, pues tú eres la representante de las jugadoras, por mucho que estés en desacuerdo, coges y firmas. Ellos han impugnado el texto del convenio pero sólo el artículo 2 y obviamente pues ha sido desestimada. Nosotras hablamos con las jugadoras a las que aplicaba esto, que eran las del filial, y les preguntamos qué querían. Nos dijeron que preferían subir al primer equipo, que se las vea por la tele, poder tener la oportunidad de estar con sus compañeras del primer equipo y, quién sabe, quizá el día de mañana en algún club de Liga F, pero si endurecemos este artículo no van a subir a primer equipo, porque desde el primer partido ya tienen que pagarles y cumplir con lo que dice el convenio y pierden oportunidades.

“A cualquier entrenador que, como he dicho antes, empiece a llamar gorda o lance insultos homófobos o racistas, se le puede aplicar este protocolo”

Amanda Gutiérrez, presidenta de FutPro

—Antes mencionaba el protocolo de acoso laboral, esta temporada volvió a salir otro supuesto caso con Roger Lamesa, aunque ya dejó el Levante... ¿Eran conocedoras de ello?

—Sí, el caso de Roger lo llevábamos siguiendo de cerca bastante tiempo. El tema al final es el de siempre y es el miedo. En FutPro tenemos un botón de denuncia anónima y a partir de ahí vamos conociendo muchas historias de Liga F, pero también de otras categorías. El tema es que es muy difícil que las jugadoras se animen a denunciar. Esto es un problema que tenemos en el fútbol, pero realmente lo tiene cualquier mujer en cualquier sector o incluso en el ámbito familiar. Son situaciones muy difíciles de denunciar. A raíz del Caso Alhama quisimos hacer un protocolo de acoso más extenso y lo hemos conseguido. Uno de los problemas, supuestamente, era que no aplicaba porque era acoso laboral, no sexual. Por eso, en este nuevo protocolo se incorpora el acoso laboral, para que pueda aplicar ya a todo. O sea, ahora a cualquier entrenador que, como he dicho antes, empiece a llamar gorda o lance insultos homófobos o racistas a la jugadora, se le puede aplicar este protocolo.

—¿Y en qué más se ha mejorado?

—Otra de las cosas que hemos hecho es que la comisión que resuelve no esté formada por una sola persona contratada por el club, que era lo que pasaba antes. Ahora esta comisión está formada por tres , uno a elección de la denunciante, uno a elección del club, y luego un tercero tiene que ser una persona asesora especializada en el ámbito del que se trate. Si es acoso sexual, acoso sexual, si es acoso laboral, acoso laboral. Además, se han acortado los plazos. Con el Alhama, el entrenador iba pidiendo prórrogas y la instructora, comprada por el Alhama no paraba de dárselas. Y mientras tanto mis jugadoras estaban viviendo un calvario ahí. Y ya por último, fíjate qué tontería, pero cuando había una resolución en el anterior convenio no era obligatorio enviárselo a la víctima, ahora sí. Cuando se resolvió el Caso Alhama, las jugadoras y yo no teníamos el resultado porque no nos lo querían enviar. Hasta que no presenté una demanda y en el proceso judicial pedí la resolución, no la tuvimos, y porque el juez la obligó. Creo que estas cosas hacen que el miedo a denunciar se reduzca.

—Hablando del Alhama, han ascendido a Liga F y Randri García, aunque inhabilitado, sigue ejerciendo de director deportivo, como contó el mismo en Onda Regional de Murcia, e implicado con el equipo, ¿estarán vigilantes?

—Siempre, nosotras nunca hemos dejado de vigilar al Alhama, porque estando en Primera RFEF me preocupaba mucho más realmente. Aquí en Liga F hay más control por el hecho de que hay un convenio colectivo, la Liga F, de hecho, está en preaviso desde el minuto uno de confirmarse el ascenso. Pero nosotras llevamos vigilando al Alhama desde hace mucho tiempo y sabemos que aunque no estaba de entrenador, seguía yendo a los campos, estaba en todos los partidos, incluso ha dirigido encuentros. Lo sabemos. Y preocupa, claro que preocupa. Es otro de los motivos por los que FutPro siempre ha pedido que sea más complicado subir a Liga F, que se exija una serie de requisitos, que se piensa en el césped natural, vale, pero para mí tiene que haber muchos otros, como, por ejemplo, profesionalidad en la estructura. No puede ser que el padre, que es el presidente, proteja al hijo porque es el director deportivo y el entrenador en ese momento, y no actúe como debe actuar, que es protegiendo a las futbolistas cuando ya hay, no una, sino dos resoluciones que lo condenan por lo mismo. Por eso el protocolo se endureció y no obtuvimos ningún tipo de contra ni oposición por parte de la patronal, como no podía ser de otra manera, porque si no ahí sí que ya ardía Roma. Para mí sí que es ensayo-error, pero también se ha notado que hay un sindicato especializado en fútbol femenino y con perspectiva de género porque yo fui la que redactó ese protocolo de arriba abajo esta vez, casi por completo, lo rehice entero.

—La jugadora del Deportivo Cris Martínez anunció que está embarazada, Peke, del Athletic, también lo hizo el año pasado... ¿Qué nuevas medidas de conciliación se introducen en el convenio?

—Sí, aquí aparte de lo que creo que era de obligado cumplimiento poner, guarderías, salas de lactancia, en los campos de entrenamiento y partidos y desplazamientos, también creamos otro órgano vivo que para mí era muy importante y Liga F también estaba de acuerdo. Uno de los debates era que cuando estás embarazada no estás lesionada, ni estás enferma, estás embarazada. Entonces hay mujeres que tienen un buen embarazo y pueden hacer ejercicio prácticamente hasta dar a luz. Sin embargo, la profesión de fútbol se considera de riesgo para el feto, entonces el médico suele darte la baja por riesgo y tu empresa no puede darte trabajo. Nos encontramos con este dilema porque si tanto club como jugadora querían poder ejercitarse durante el embarazo como en el postparto, no se puede y aquí se ve una vez más que nuestra sociedad no está pensada para las mujeres. Entonces, de momento lo solucionamos con que será la Liga F quien proporcionará externamente un servicio de preparación física, sobre todo también centrado en suelo pélvico para las futbolistas que estén embarazadas. Y luego en el posparto, ya sí que podrán ejercitarse con normalidad cuando vuelvan de su baja de maternidad y es el club el que tiene que garantizar personal especializado. Pero cada caso es diferente, por ejemplo Alharilla está jugando y Corredera no pudo volver. Pero el convenio lo que quiere conseguir es que la futbolista pueda volver a jugar tras ser madre.

—¿Y estas medidas de conciliación aplican también a las madres no gestantes?

—Sí, aplica para todo menor de tres años, es el único requisito. Que por eso también lo dije en la rueda de prensa, que esto no es un tema de solo las mujeres gestantes. O sea, ojalá algún día esto esté en el convenio masculino.

—Recientemente publicaron que tuvieron que denunciar la vulneración de los derechos laborales de las futbolistas del Granada...

—Me parece surrealista. En 2023 fuimos a la huelga por el salario, estábamos con toda la pelea postMundial y se llegó a un acuerdo y ese acuerdo era vinculante para todos los clubes de Liga F, de hecho, nos consta que Liga F envió una circular a los clubes obligando a cumplir ese acuerdo, y nos encontramos que durante toda la temporada el Granada no quería cumplirlo, que para ellos ese acuerdo no era vinculante. Hasta que no estuviera en el BOE no pagaban. Nos acercábamos al final de temporada y el club seguía sin actualizar los pagos. Además, venían las ayudas del Consejo Superior de Deportes a las jugadoras en función de sus nóminas, por lo que perdían dinero si no estaban actualizadas. Así que antes de finalizar la temporada pasada fuimos a Liga F y le pedimos que, por favor, comunicara al Granada que actualizara los salarios y que lo hiciera con todos los clubes, porque no era el único que no lo hacía. Cuando te están vacilando de esta manera, dices, bueno, por las buenas lo he estado intentando desde septiembre hasta junio, lo siento mucho, pero te denuncio. Presentamos la denuncia a Inspección de Trabajo y esta resolución decidimos publicarla para lanzar un mensaje claro a los clubes.

—FutPro también ha llevado siempre las negociaciones de las mejores de las condiciones de las futbolistas de la Selección, ¿notan ahora una mejor sintonía con la nueva RFEF?

—Sí, ahora la relación es buena. Es verdad que ahora con Reyes como nueva directora de Fútbol Femenino estamos más tranquilas porque hemos tenido la suerte de trabajar con ella y ha hecho muchísimo por FutPro y las futbolistas. Tenerla ahí, donde va a tener más responsabilidades y más capacidad de hacer cosas buenas no deja más tranquilas. Por lo que pudimos ver en Vigo parece que sí le van a dejar desarrollar ideas, ahora también vendrá la Selección a Barcelona. Se nota que está habiendo un cambio de dirección que está gustando. Para esta Eurocopa es verdad que tenemos un acuerdo que ya firmamos en el 2022, pero sí vamos a seguir y siempre estamos realmente hablando con la Federación de cómo podemos mejorar la situación.

—Al principio estuvieron con Jenni Hermoso en la denuncia del beso no consentido de Luis Rubiales, ¿cómo vivieron la sentencia?

—Dura, fue dura. Dobles sensaciones... Por un lado te vas contenta porque la categoría está, la agresión sexual, pero me muy agridulce la pena. Porque manda un mensaje muy peligroso de lo barato que resulta agredir sexualmente. Es como: te he puesto el título de agresor sexual y es una losa que vas a tener ahí toda la vida, pero al final no te está suponiendo nada en tu día a día. Entonces es muy agridulce la sensación que quedó. También es verdad que era un poco lo esperado por el hecho de que no estábamos hablando de una violación o de un hecho continuado, sino un hecho muy puntual y aislado. Pero realmente no nos esperábamos tan poco. Se ha recurrido y esperemos que en segunda instancia la condena sea mayor, aunque también creo que han recurrido ellos.

—La penúltima, ¿qué expectativas de futuro tienen? Abarcar más categorías...

—Tengo que decirte que aún no lo sé. Empezamos a finales de 2021, me pusieron de presidenta y teníamos unos objetivos muy claros: negociar el convenio colectivo y mejorar las condiciones de la Selección absoluta. Y yo, ingenua de mí, pensaba que me iba a llevar menos tiempo y al final han acabado pasando cuatro años. De hecho, por el camino me he casado y he sido madre. Y ahora que por fin hemos conseguido ambos hitos, y por el camino hemos conseguido otros tantos éxitos, por un lado siento que se cierra un ciclo y hay que preguntarse cuál es el siguiente paso. Siempre va a haber algo que mejorar porque las mujeres estamos aún en una desigualdad increíble en el deporte femenino y en todos los sectores. Lo que me queda es volver a reunirme con las futbolistas para ver cuál es el siguiente paso: puede ser que vaya por bajar de categorías, tanto a nivel selección como de competición, y también puede que sea a nivel internacional... Con lo del Mundial hubo una gran cantidad de jugadoras de otros países que nos pidieron ayuda para crear FutPro en su país, eso nos dio a entender lo importante que es tener una institución especializada en el deporte del que se está hablando, la categoría femenina.

—¿Y le quedan fuerzas para seguir?

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—Ahora es un poco más complicado compaginando ser directiva con ser madre, pero sí, fuerzas y ganas siempre.

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