El derbi de los contrastes
La Real vive un momento de transición, mientras que el Athletic marcha muy consolidado.
Anoeta recibe el domingo un nuevo derbi vasco. Un pulso entre vecinos en situación muy diferente. No sólo por la clasificación, también por el momento institucional. El Athletic, bajo la dirección de Ernesto Valverde en su tercera etapa al frente del equipo, se encuentra en la cuarta posición de la Liga con 60 puntos tras 33 jornadas. El equipo ha mostrado solidez defensiva y eficacia ofensiva, con 50 goles a favor y 26 en contra, consolidándose como uno de los conjuntos más equilibrados del campeonato. Su travesía por el Viejo Continente ha ayudado a garantizar cinco plazas de Champions para la Liga y una va a ser suya, salvo cataclismo. De momento, tras ganar a Las Palmas en la última jornada, ya se ha asegurado matemáticamente la Conference en la 2025-26.
La Real afronta los últimos instantes de Imanol al frente, con una temporada complicada. Actualmente ocupa la décima posición, con 42 puntos, 18 menos, a dos de la Conference, que marca Osasuna. Tiene 32 tantos a favor y 37 en contra. Su objetivo es cerrar la etapa del oriotarra con la sexta clasificación continental consecutiva, porque si no el presupuesto se va a resentir enormemente.
El panorama de consolidación del proyecto rojiblanco difiere en Anoeta, donde se da una etapa de transición con la salida del director deportivo, Olabe, y el técnico, Imanol. Eso sí, el presidente Aperribay ha optado por la continuidad: las riendas en los despachos las tomará el segundo, Erik Bretos, y en el banquillo, el preparador del filial, Sergio Francisco. En Bilbao, Valverde está a punto de cerrar su novena campaña y la directiva no concibe un futuro inmediato sin su magisterio. Donostia espera mantener a sus figuras, aunque Zubimendi no deja de escuchar cantos de sirena del Real Madrid y Kubo, del Liverpool y Arsenal. En San Mamés, todos dan por segura la continuidad de Sancet y se espera que Nico Williams apueste por jugar la Champions de rojo y blanco.
Y Europa ha alumbrado una situación muy distinta. El cuadro bilbaíno ha alcanzado las semifinales de la Europa League, aunque se le ha complicado la final, que tendrá lugar en la Catedral, tras el 0-3 del United ayer en Bilbao. “Somos leones y vamos a ir a morder allí”, arengó ayer Iñaki Williams. “Somos de Bilbao y creemos en la remontada”, recalcó De Marcos.
Mientras, la Real Sociedad fue eliminada en los octavos de final precisamente por el Manchester United, bestia negra de los equipos vascos, tras un empate a un tanto en la ida y una derrota por 4-1 en la vuelta en medio de una tremenda polémica arbitral. En la Copa del Rey, el equipo alcanzó las semifinales, pero cayó ante el Real Madrid, tras un gran partido en el Bernabéu, se quedó a un paso de la final.
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