Adiós de Matheus: un homenaje a la altura de su magia

Un día después de recibir un sentido homenaje, el Eibar ha hecho oficial que Matheus Pereira no continuará vistiendo la zamarra azulgrana. El centrocampista brasileño, con ofertas desde Brasil, se despide así del primer club en el que se ha asentado como jugador profesional tras sus múltiples aventuras por Europa. Su futuro apunta a estar en su tierra natal, donde cumplirá el deseo de su familia. Algo que anunciará más pronto que tarde, ya que posee el permiso del club para ausentarse en la última semana de competición alegando motivos personales. Sin la obligación de jugar contra el Levante este domingo, el ‘10’ vivió en el día de ayer su último partido como armero. Ipurua, agradecida a su labor durante sus tres años en el club, le despidió con honores.

Nacido en São Paulo y forjado en las categorías inferiores del Corinthians, Matheus emigró hasta Italia con el objetivo de probar suerte en el Viejo Continente. En 2016, la Juventus desembolsó dos millones por hacerse con sus servicios, tras quedar prendado de su talento en un Mundial Sub-17 de clubes organizado en Madrid, donde fue elegido como MVP. Aunque ese mismo año sería el Empoli italiano el que disfrutaría de su talento. Sin embargo, el brasileño no tuvo suerte en la Toscana y, después de un breve paso por Burdeos, donde no llegó ni a debutar con el Girondins, regresó a la estructura juventina. Antes, probó fortuna en su tierra con el Paraná Clube, pero los minutos seguían sin llegar. Solo 74’ repartidos en dos encuentros.

A sus 20 años, el centrocampista, por aquel entonces situado en posiciones de banda, acumulaba sellos en su pasaporte sin un lugar en el que poder echar raíces. Cosa que no lograría hasta llegar a Ipurua. Pues, una vez debutar en el primer equipo bianconeri, volvió a militar en Francia, esta vez en el Dijon, para acabar su recorrido en el fútbol español. En 2019, el filial culé reclutó la magia del brasileño, que en sus dos temporadas y media que disputó rozó la categoría de plata tras disputar dos fases de ascenso. 64 partidos, siete goles y otras siete asistencias que lograron llamar la atención del Eibar. Además de varias actuaciones con la primera plantilla blaugrana de la mano de Koeman. Ninguna de carácter oficial, eso sí.

Sin la oportunidad de asentarse con los mayores, ‘Mathe’ fue traspasado al conjunto armero en verano de 2022. La operación se cerró a coste cero, aunque el Barcelona se guardó el 50% de sus derechos. Tres años más tarde, su contrato ha vencido, por lo que será libre de firmar con cualquier otro club. A pesar de abandonar gratis la entidad guipuzcoana, su fichaje es considerado un acierto total por parte de la dirección deportiva al tratarse de un jugador de rendimiento inmediato que ha elevado sobremanera el nivel de la plantilla en los últimos años. Tal es el agradecimiento hacia su figura que el club eibarrés ha liberado al jugador en su última semana del curso a causa de motivos personales. De modo que no viajará junto al resto de la expedición al Ciutat de Valencia para cerrar el curso este domingo frente al Levante (18:30h).

Su periplo como azulgrana dio el pistoletazo final en la victoria triunfal ante el Córdoba. Los armeros fueron igualados cerca de la hora del partido, pero segundos después del tanto visitante, Bautista puso tierra de por medio. Con los tres puntos en el bolsillo, tocó el turno de las despedidas. Sabedores de su marcha, los más de 4.000 armeros que se congregaron en Ipurua prescindieron por un momento del asiento para despedir entre vítores a uno de sus jugadores más aclamados. Homenaje que posteriormente se propagaría con el pitido final del colegiado. En frente de la grada de animación, ‘pai’ (como es conocido cariñosamente por la parroquia eibarzale), recibió sus últimos aplausos de la tarde entre el manteo de sus compañeros y el cariño de sus hijos.

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César Palacios y su grupo de trabajo tendrán ahora la difícil papeleta de dar con un reemplazo que cumpla con el perfil del brasileño. Un centrocampista hábil, astuto y osado, que mantiene la misma energía para tirar un sombrero cerca del área propia que para presionar a su rival en la contraria. “Con balón es un tipo especial, ve pases donde otros no los ven, pero rescato lo completo en que se ha convertido. Respecto a piernas, kilómetros, altas intensidades, retornos…”, resaltó San José en el post. Por algo ha completado 118 partidos como azulgrana. Pese a que no sobresalga en goles, solo cuatro, pero sí en asistencias, un total de 13, el brasileño se ha ganado el respeto de Ipurua a base de juego. Temperamental en ocasiones, aunque de gran sentimiento en la mayoría. El ascenso, como el de muchos otros, fue su criptonita. No por ello empañará su papel en la localidad eibartarra. El legado de ‘pai’ será enorme.

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