El esloveno perdió muchos millones por el traspaso de los Mavericks a los Lakers. A partir de ahora, tiene que tomar decisiones trascendentales.

Luka Doncic, antes de un partido de los Lakers en L.A., contra los Pelicans.
ALLISON DINNER
Los Angeles Lakers

Luka Doncic echa cuentas

Juanma Rubio
Nació en Haro (La Rioja) en 1978. Se licenció en periodismo por la Universidad Pontificia de Salamanca. En 2006 llegó a AS a través de as.informativomineiro.com. Por entonces el baloncesto, sobre todo la NBA, ya era su gran pasión y pasó a trabajar en esta área en 2014. Poco después se convirtió en jefe de sección y en 2023 pasó a ser redactor jefe.
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Acabó una temporada increíble para Luka Doncic. En el más puro sentido del término: nadie se habría creído lo que iba a suceder cuando, hace menos de un año, llevó a Dallas Mavericks a la Final de la NBA en lo que era, en ese momento, el hito de la relación de amor que mantenía con la franquía texana desde su llegada en 2018: los Mavs eran uno de los equipos más relevantes de la NBA gracias a él, una transición dorada de la era Nowitzki a la era Doncic, y el esloveno estaba comprometido e integrado, convencido de que sería, si es que eso era posible, un one man club (como Nowitzki, otra vez) en la NBA. De vez en cuando asomaban sombras sobre su preparación física, sus números en la báscula, sus quejas a los árbitros… pero eran asteriscos de muy poca trascendencia en una trayectoria que apuntaban a legendaria: en sus seis primeros años en la NBA (2018-24) fue Rookie del Año, cinco veces seguidas all star, cinco seguidas integrante del Mejor Quinteto… La pasada temporada promedió, había que frotarse los ojos, 33,9 puntos (Máximo Anotador de la liga), 9,2 rebotes y 9,8 asistencias. Tercero en la carrera por el MVP.

Luka Doncic echa cuentas

Pero a partir de ahí, de la derrota en las Finales contra los Celtics y el verano, Doncic solo jugó 22 partidos más con la camiseta de los Mavericks. Las lesiones estropearon su inicio de temporada, en el que el barullo con respecto a su puesta a punto subió de revoluciones, y otra muscular le obligó a dejar el señalado partido de Navidad, el 25 de diciembre, contra los Timberwolves. No jugó más con los Mavs, que el 2 de febrero lo traspasaron a los Angeles Lakers en, seguramente, la operación más sorprendente y sísmica de la historia de la NBA. Poco a poco hemos ido sabiendo todo lo que realmente pasó, la animadversión de Nico Harrison, el general manager, y la oportunidad que dio a este el cambio de propiedad de la franquicia, vendida por el histórico Mark Cuban a la familia Adelson (Patrick Dumont es el que más se mete en las cosas del equipo), uno de los grandes imperios del turbio mundo del juego.

El traspaso tuvo un obvio efecto en Doncic: personal, familiar, emocional… tardó en sonreír, incluso a pesar de que ese movimiento, que frustró sus planes de echar raíces durante muchos años en Dallas, le puso en los Lakers, la franquicia de las estrellas, y en el corazón de California: sol, playas y Hollywood. Un shock para uno de esos talentos generacionales, especiales, que jamás habría pensado que un equipo iba a querer deshacerse de él. Pero también tuvo un efecto económico, porque el futuro perfecto de Doncic, el que se truncó el pasado invierno, incluía la firma este verano de una extensión con los Mavericks, en formato súper máximo, que le habría dado el contrato más alto de siempre en la NBA: cinco años y 345 millones de dólares. Por volumen, el máximo por encima de los 315x5 que firmó, para seguir en Boston Celtics en el largo plazo, Jayson Tatum.

Doncic aspiraba al 35% del espacio salarial de los Mavs porque se había ganado la condición de supermáximo, la opción de firmar con la etiqueta de designated veteran. Para ello, para pasar de max a supermax, se requieren unas cuantas condiciones: llevar siete u ocho años de servicio en ese equipo en el momento de firmar la extensión (cuando queden uno o dos años más de contrato por delante) y no haber cambiado de camiseta salvo si ha sido por traspaso durante las cuatro primeras temporadas (el contrato rookie). En esa situación, el jugador mantiene (no si cambia de aires como agente libre) la opción de ser supermax.

Adiós a un contrato histórico

Así iba a ese contrato histórico, que ya no será, de Doncic con los Mavericks: a Doncic le quedaban, cuando fue traspasado, esta temporada (ha cobrado 43 millones), la próxima (45,9) y tiene una player option (la opción unilateral de cumplir esa temporada o anularla y salir al mercado) para la 2026-27 por 48,9 millones. Lo normal, y lo que él ha reconocido que iba a hacer, es que hubiera renunciado a la player option y firmado ese contrato de 345x5 que hubiera entrado en vigor en la temporada 2026-27, ya que para la próxima su salario serán esos citados 45,9. Esto es lo que perdió por la traición de los Mavs:

El no contrato con los Mavs

Temporada 2026-27: 59,3 millones
2027-28: 64,3
2028-29: 69
2029-30: 73,8
2030-31: 78,5

Lo normal, porque los jugadores suelen pedirlo (las grandes estrellas, exigirlo) en las negociaciones, es que ese último año (2030-31) hubiera sido con player option. Es la forma de dejar una puerta abierta a que la siguiente gran extensión, si la hay, llegue un año antes. Además, cuanto más cerca están de salir al mercado más tienen, los jugadores, la sartén por el mango en los equilibrios de poder que muchas veces rigen su relación con las franquicias.

El supermax parte del 35% del espacio salarial en la primera temporada (se puede calcular según el actual -140,5 millones- y las subidas prorrateadas del 10% anual que traerán los nuevos contratos televisivos). Pero al ser traspasado ya en su segundo contrato, Doncic perdió la opción de ser supermax. Hay que recordar que su contrato rookie fue de cuatro años y 32,2 millones y que en el verano de 2021 firmó una extensión rookie que era súper máxima: cinco años y 215 millones de dólares. El tope de estas primeras prolongaciones es del 25% del cap salvo que se cumplan las condiciones de saltar a la categoría de rookie designado, una norma introducida en 2011 y que se llama Derrick Rose rule porque surgió cuando el base fue MVP con los Bulls todavía en su primer contrato NBA. Para dar ese primer salto, del 25 al 30%, hay que ser dos veces titular en el All Star o dos All NBA o MVP durante esos cuatro primeros años. Doncic, holgado, cumplió las dos primeras categorías.

Doncic, en todo caso, llega a este final de temporada con solo una totalmente garantizada para los dos partes, así que los Lakers querrán a toda costa que firme una extensión que asegure su continuidad y que tiene fecha clave: el 2 de agosto. Ese día, seis meses exactos después del traspaso, es el primero en el que se puede firmar la extensión. Si acaba no haciéndolo antes del inicio de la próxima temporada, la situación podría ponerse tensa, como mínimo nerviosa, en L.A. Pero ahora mismo, por todo lo que ha podido saber AS, su voluntad en seguir en los Lakers. Está feliz en Los Ángeles, muy satisfecho de la trascendencia que tiene una franquicia como los Lakers y con ganas, eso lo ha dicho públicamente, de hacer en su nueva casa lo que no le dejaron en la anterior: sostener una carrera larga y, claro, exitosa.

Varias opciones con un destino claro

A partir de ahí, tiene varias opciones. La más sencilla, la directa, es firmar por el máximo que le permite su nuevo estatus como jugador traspasado. Y listo: sería (como siempre, sin coger su player option para la 2026-27) en este caso con un primer año en el que el sueldo subiría un 140% con respecto al anterior o, esa sería su situación para no rebasar el tope, de un 30% del salary cap del equipo el primer año y subidas anuales a partir de ahí del 8%. En total, y en la previsión actual del cap, cuatro años y 228,6 millones.

Extensión máxima con los Lakers

Temporada 2026-27: 51 millones
2027-28: 55,1
2028-29: 59,1
2029-30: 63,2

Este escenario, el más rentable en las cuentas básicas, supone en todo caso 116,7 millones garantizados menos que lo que iba a llevarse en Dallas Mavericks. Allí, la media anual habría sido de casi 70 millones anuales; En el otro escenario, el realista, de poco más de 57. Y con un año menos, porque en la veteran extension normal no se puede ir más allá de cinco años extra totales (en este caso, el que ya tiene garantizado -el próximo- y los cuatro nuevos).

Ese es el caso en el que Doncic puede amarrar el mayor volumen de dinero posible y un futuro en los Lakers hasta 2030. En principio, y como siempre, con una player option para el verano anterior (temporada 2029-30). Pero hay una maniobra con la que el base puede conseguir un doble objetivo salarial, un contrato no muy corto con bastante dinero asegurado ante cualquier eventualidad (una lesión grave que transforme el arco de su carrera, sobre todo) y la posibilidad de acercarse a lo que se ha ido al limbo por el traspaso de Texas a California.

Es una vía que ya utilizó Donovan Mitchell cuando fue traspasado de Utah Jazz a Cleveland Cavaliers y, como Doncic, perdió la opción de la extensión supermax. La baza es no seguir la ruta habitual y no firmar por el máximo de años posible para asegurar la mayor bolsa de millones. En vez de eso, la clave es lograr una player option para iniciar otro contrato cuando se cumplan diez años en la NBA, el momento en el que se puede saltar del 30% al 35% del cap en el primer año. Como en el supermax. El primer paso de Doncic sería renunciar, una vez más, a su player option y firmar por tres años y 165,3 millones.

Tres años con Lakers

Temporada 2026-27: 51 millones
2027-28: 55,1
2028-29: 59,1

En este caso, la player option en el último curso (2028-29) es especialmente imprescindible porque en el verano de 2028 Doncic cumplirá su década en la NBA (número 3 del draft de 2018). Ahí, después de la temporada 2027-28, descartaría la player option y llegaría una extensión, esta sí, supermax gracias a esos diez años de experiencia: podría ser ya por cinco años y un 35% del salary cap para arrancar (y las subidas después de un 8%). Algo parecido a estos según las proyecciones que se pueden hacer del cap:

2028 a 2033 en los Lakers

Temporada 2028-29: 72 millones
2029-30: 77,8
2030-31: 83,5
2031-32: 89,3
2032-33: 95

En total, 417 millones por cinco temporadas y la opción de firmar después un último contrato de primera magnitud porque tendría todavía 33 años. Este híbrido permitiría a Doncic evitar el riesgo de jugar con pocos años de contrato asegurados y maximizar sus opciones de ganar el máximo dinero posible en las próximas temporadas. Si quisiera arriesgar de verdad, podría esperar al verano de 2026 y ser agente libre sin restricciones. Solo tendría que saltarse la player option. Es un camino que casi ningún jugador, y menos los principales, elige porque quedan en situación de vulnerabilidad ante cualquier circunstancia que pueda cambiar; en la liga, en el mercado, con su físico…

Si Doncic espera a estar libre y vuelve a firmar con los Lakers, un escenario muy poco probable porque le supondría un riesgo innecesario, podría llevarse 295,9 millones por cinco años. Empezaría con el 30% del cap y las subidas serían del 8%. Se podría incluir un quinto año, algo que en muchas otras opciones no es posible.

Agente libre en los Lakers

Temporada 2026-27: 51 millones
2027-28: 55,1
2028-29: 59,1
2029-30: 63,2
2030-31: 67,3

Doncic puede, por último, esperar a ser agente libre y marcharse de los Lakers, algo que parece totalmente improbable por la buena conexión que ha habido entre jugador y franquicia en estos primeros meses juntos. Tendría que evitar la extensión ahora y que luego vaya todo absolutamente mal, tanto a nivel deportivo como personal. El contrato (se pretende dar ventaja al último equipo al que ha pertenecido el jugador) solo podría ser por cuatro años, y aunque también empezaría en el 30%, las subidas después solo serían del 5%. El total sería de 219,4 millones por cuatro años.

Agente libre con otro equipo

Temporada 2026-27: 51 millones
2027-28: 53,5
2028-29: 56,1
2029-30: 58,6

Doncic tiene prácticamente todas las opciones en su mano. Lo normal, lo más absolutamente probable, es que firme una extensión con los Lakers en agosto. Ahí habría que ver si va al máximo de años, y se olvida de hacer más cuentas, o elige esa opción intermedia con un segundo y gigantesco acuerdo a tres años vista. Esa es la parte económica que tiene que resolver, después de que la salida de Dallas también fuera un golpe en ese aspecto. A continuación vendrá lo deportivo: que los Lakers formen un equipo con el que Doncic vuelva a aspirar a ser campeón. Eso quieren las dos partes, claro...

*Los porcentajes contractuales y las cifras salariales han sido calculados y contrastados con la excelente base de datos de Spotrac, la más fiable en este campo.

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