Hay dudas con el futuro de Ja Morant: ¿renovación o traspaso?
Los Grizzlies deberán analizar si renuevan o no a Ja Morant, con media NBA a la espera de otro posible bombazo. Mucho dinero, muchos escándalos.
El escandaloso intercambio entre Mavericks y Lakers por el que Anthony Davis y Luka Doncic cambiaron de equipo hace unas semanas ha removido las tierras en la NBA. Porque, además de otros razonamientos como la forma física o la capacidad de trabajo del esloveno, en Dallas se achacaba el movimiento a la ingente cantidad de confianza que hay que tener en un jugador para pagarle 345 millones de dólares, el supermáximo contractual al que aspiraba Doncic el próximo verano. En los Mavs se negaron a darle ese premio e hicieron todo lo contrario, colocarlo en un paquete y mandarlo a otro destinatario. Esto ni es nuevo ni va a dejar de ocurrir, aunque sea chocante, y es que los nuevos acuerdos firmados por la Liga, a nivel de convenio colectivo por los derechos de televisión, han puesto más dólares sobre la mesa a repartir entre los principales actores del sector. Uno de los que pronto tendrá que tomar una decisión sobre este asunto es Memphis Grizzlies en la figura de Ja Morant, su irreductible megaestrella.
El reputadísimo periodista estadounidense Howard Beck ha puesto el dedo en la llaga con informaciones que le llegan desde las altas esferas. De sus conversaciones con ejecutivos de las franquicias rescata que este mes de febrero alguien soltó la bomba: “Constantemente estoy en o con directivos durante el cierre de mercado. Que me digan lo que vemos y lo que no, qué es lo próximo para ellos y la competición, etc. También estoy al tanto de cuál va a ser la nueva ola de jugadores por los que puede haber un traspaso. Una persona, sin venir a cuento, me dice: ‘Échale un ojo a Ja [Morant] este verano’. Así que estoy encima de esa operación para ver qué ocurre”.
Morant está únicamente en su segundo año de contrato. Le quedan tres más del que firmó. El próximo será el tercero y el que mejor rendimiento económico le hará tener en la liga norteamericana. Antes se podrá negociar y asegurar ese montante, de ahí que en Memphis ya estén valorando opciones. Los resultados colectivos no son gran cosa: en cinco años sólo ha ganado una serie por el título una vez, ha caído dos veces a la primera y otras dos temporadas ni se ha clasificado. En el terreno individual Temetrius Jamel, nombre completo, se ha posicionado como uno de los jugadores más excitantes: capacidades en momentos calientes, carreras fulgurantes, mates de concurso en cualquier escenario, y un largo etcétera. Ahí habrá que poner la balanza. Fuera de las pistas es de valorar los numerosos escándalos en los que se ha visto envuelto Morant, tanto como para repensarse un futuro.
Lo relatado por Beck ha tenido respuesta. La franquicia lo niega. Zach Kleiman, mánager general, ha dicho públicamente lo siguiente: “No puedo echarle la culpa a otros directivos por fantasear con que traspasemos a Ja. Pero es eso, una fantasía. No le vamos a echar. Continuad infravalorándole a él, a este equipo y esta ciudad, y nuestro desempeño sobre la cancha hablará por sí mismo. No le voy a dar más oxígeno a este sinsentido. Hay que centrarse otra vez en el baloncesto”. Desde que arribó a la NBA en 2019, en un draft en el que sólo le superó Zion Williamson (a ver si se acuerda...), es ángel y demonio. A sus 25 años, con los Grizzlies en batalla por el segundo puesto de la Conferencia Oeste, promedia 20′4 puntos, 7′4 asistencias, 4′2 rebotes y 1′2 robos. Todo es valorable.
Memphis se encuentra con un problema de dinero que bendito es a estas alturas. Ha estado moviendo fichas para aligerar la carga salarial, la de ahora y la que se compromete a años vista, porque en su mesa hay operaciones a la vista. Marcus Smart fue el ejemplo más claro de lo que ha tenido que salir, no para dejar entrar sino para retener el talento. Jaren Jackson debe renovar este verano, que si las quinielas que le dan como Jugador Defensivo del Año se cumplen supondrá un plus. Santi Aldama dará un salto económico después de una ilusionante temporada, falta ver si los Grizzlies tendrán el dinero para pagarle o le deben dejar volar. Son dos casos en los que Kleiman necesitará dotes de ingeniería económica para que todo quede en su sitio. Y con Morant en el horizonte y el interrogante de si pasar por el aro de una renovación que implicará darle todo el manojo de llaves.
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