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“Austin Reaves es el mejor no drafteado desde Ben Wallace”

El escolta (26 años y 1,96 m) se ha convertido en un jugador esencial en Los Angeles Lakers, en la tercera espada del equipo tras Luka Doncic y LeBron.

Austin Reaves, escolta de Los Angeles Lakers, junto a LeBron James.
Cary Edmondson
José Ignacio Pinilla
Licenciado en Periodismo por la Complutense, comenzó en AS en maquetación en 2010. Tras su paso por fútbol, se unió en 2014 a baloncesto. Ha cubierto en directo la Supercopa de 2020, las Copas de 2020 y 2021 y partidos de España de las Ventanas. También el Eurobasket femenino de 2023. Escribió sobre la pandemia de la COVID en el confinamiento.
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Los Angeles Lakers han tenido buen ojo con la elección de jugadores no elegidos en el draft en los últimos tiempos. En 2017, firmaron a Alex Caruso, un base-escolta alejado de la belleza canónica del famoseo de la NBA, pero que con una capacidad defensiva extraordinaria se convirtió en capital dentro del grupo que conquistó el anillo en la Burbuja de Walt Disney en Orlando (Florida) en 2020.

Un verano después de ese campeonato, los angelinos volvieron a afinar la puntería con Austin Reaves. Nacido en Newark (Arkansas), el escolta de 196 centímetros rechazó los cantos de sirena de Detroit Pistons en el draft para convertirse en un pick 42 con un contrato no garantizado. Espero. Milwaukee y Lakers eran sus opciones.

Y los de california llamaron a su puerta. Pusieron en agosto de 2021 sobre la mesa un contrato dual que se convirtió en uno de dos años por 2,5 millones de dólares en tan solo un mes, en septiembre. “Cuando lo fichamos, volví a ver sus jugadas destacadas en Oklahoma y demás, y vi cómo manejaba el balón y su creatividad. Era capaz de crear tiros desde el bote. Su espíritu competitivo, su empuje... Lo noté. Vi que tenía un espíritu especial. Tenía energía”, asegura LeBron James en unas declaraciones recogidas por la ESPN.

Progreso

Reaves progresó temporada a temporada a pasos agigantados hasta convertirse este curso en una de las estrellas de la NBA. En la tercera espada de los Lakers por detrás de LeBron James y Luka Doncic. “Está a punto de convertirse en uno de nuestros capitanes”, comenta Jarred Vanderbilt. “Tiene el potencial para ser un jugador increíble. Ya lo es”, dice el esloveno sobre su compañero, que ha pasado de 7,3 puntos de media como novato a 20,2 este año. Casi 13 más en apenas tres años.

Una barbaridad que estalló el pasado 8 de febrero cuando hizo 45 puntos frente Indiana Pacers. Es su máxima anotación de siempre. “Sabía que era bueno, pero solo estar cerca y verle hacer eso…”, comenta Doncic tras la exhibición de un Reaves que se ha visto, como el resto de los jugadores de los Lakers, más cómodo con el aterrizaje del esloveno, con su capacidad para absorber defensas, a los mejores defensores. Una cualidad que hace que el resto corra la cancha aparentemente en soledad.

“Su forma de jugar, su lucha por cada balón, su sacrificio físico… Cuando ves a alguien así, no puedes evitar sentirte atraído y animarlo. Y lo fue desde el primer día... Sigue demostrando su valía una y otra vez... Tenemos suerte de tenerlo”, declaró Jeanie Buss. La propietaria de los Lakers tiene delante de sí una enorme disyuntiva: su chico, que firmó el pasado julio de 2023 por 53 millones de dólares en cuatro años (uno de los contratos con mejor relación calidad-precio en la NBA), puede firmar una extensión de otros cuatro años y 89,2 millones este verano. Un acuerdo que reemplazaría su opción de 14,9 millones de la temporada 2026-27 con el primer año de extensión.

Contrato

Sin embargo, el jugador podría esperar hasta el verano de 2026, cuando tendría la opción de un contrato por cuatro temporadas y 98 millones o, incluso, rescindir el último año de su acuerdo de 2023 y convertirse en agente libre sin restricciones con la posibilidad de firmar por el 25% del límite salarial establecido para el curso 2026-27. O, incluso, puede ser puesto en el mercado para encontrar más piezas para el próximo proyecto laker.

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Muchas opciones para una escolta al que no le faltarán novias en el futuro si quiere volar libre. “Es el mejor jugador no reclutado desde Ben Wallace, y ese tipo es un miembro del Salón de la Fama”, subrayó un ejecutivo de la Conferencia Oeste a ESPN. Big Ben también fue cuatro veces all star y mejor defensor de la NBA, y campeón de la Liga en 2004 con Detroit Pistons. Poca broma.

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