El Movistar Estudiantes gana con polémica al Gipuzkoa y a la ansiedad
Jayson Granger anota cinco puntos en 9 segundos para remontar al conjunto vasco tras una antideportiva discutida por los vascos de Mateo Díaz.

El Movistar Estudiantes ya tiene la segunda victoria en el playoff. O lo que es lo mismo, ya está a tan solo una de disputar la Final Four de ascenso, la tercera en estos cuatros años en Primera FEB. Fue un triunfo por la mínima, por solo dos puntos (86-84), en un duelo de estrés y ansiedad para los locales y que decidió Jayson Granger con polémica. Mucha o poca, según a qué banquillo preguntes.
RESUMEN
84 - INVEREADY GIPUZKOA (21+12+25+26): Smith (17), Johnson (19), Sturup (0), A. Martínez (11), N'Guessan (11) -cinco titular-, Carralero, Zubizarreta (0), M. Díaz (7), Motos (5), Ansorregui (10), Nicolau (4) y E. Martínez.
Árbitros: Lema, Checa y Gómez.
Pabellón: Movistar Academy Magarinos; 1.459 espectadores.
A falta de 49 segundo para acabar y 80-83 tras una acción de malabarista de Xavier Johnson, Granger penetró hacia la canasta vasca y recibió falta de Lucas N’Guessan. Una vez pitada, Mateo Díaz agarró y tiró hacia abajo el brazo del uruguayo, impidiendo la opción del 2+1. Con el reglamento en la mano, antideportiva: no se puede repetir falta una vez sancionada.
En total, cuatro tiros libres para el sudamericano y balón para los ramireños. Y uno para Díaz, tras una técnica sobre Granger al dirigirse a su rival de manera despectiva. El base del GBC acertó uno; el del Estu; tres… más una canasta a media distancia a continuación y solo 30 segundos por delante. 85-84. Remontada a la que Deson Smith no puede responder.
Victoria estudiantil sufrida. Muy sufrida. Con Granger de héroe con 8 de sus 14 puntos en el último periodo. Más concretamente en 1:38 tras un partido para olvidar en el que hizo un 3 de 14 en tiros de campo con un 0 de 7 desde el triple. Un mal día solucionado en el instante que lo resuelven los grandes, cuando nadie cree, cuanto más difícil es. Y cuánto más atenazan los nervios porque los colegiales no solo ganaron al Gipuzkoa, sino también a su propia ansiedad. A su cabeza.

Porque el GBC lo hizo todo bien. Planteó un partido muy disciplinado. El orden y el estilo que les permitió saltar de rozar el ascenso a estos playoffs. Ajustó algunas lagunas del estreno de la serie. Siguió perdiendo balones de forma compulsiva, pero evitaba las avalanchas de su enemigo. Y anotó. Con acierto desde fuera (3 de 4 en el primer cuarto) y con ritmo cerca del aro. Daishon Smith encontró fluidez con 9 puntos en 10 minutos y Xavier Johnson cogió el relevo (19 al final por 17 de su compañero). Con esas alforjas, 19-21 en el primer cuarto y 32-33 al descanso.
El Estu se ahogaba desde el exterior (2 de 13) y entraba poco a poco en pánico. Los vascos jugaron con la dureza mental de su rival de la que tanto habla Lezkano porque siempre estaba arriba. Solo lo pasaron mal cuando vieron la locomotora estudiantil reducir una ventaja de 10 puntos (34-44) a solo uno en tan solo dos minutos (46-47). Un triple de Ansorregui desde su propio campo cerró el tercer periodo con 57-58.
Los nervios estaban ahí. Garino, en su mejor partido desde hace meses con 16 puntos, mantenía a los madrileños que con dos triples (Schmidt y Rodríguez) ponían el 72-67. Parecía hecho. De ahí a las estrellas. Pero una dudosa antideportiva de Barro sobre N’Guessan permitió dar vida a los de Mikel Odriozola, que rozaron con el 75-79 el triunfo. Pero apareció Granger y todo quedó en un susto. Mayúsculo, pero un susto al final y al cabo.
¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí