Sólo el Real Madrid ha volteado un 2-0 o 0-2 en la Euroliga. Y ningún equipo ha ganado el quinto fuera de casa cuando la eliminatoria venía de un 2-0.

Un Barça agarrado al 3,22%

Si es por la estadística, será casi como tirar los dados en la ruleta de Montecarlo. El Barça sabe que los números juegan en su contra mañana en Mónaco, pero está obligado a agarrarse a ellos. En la historia de la Euroliga, sólo un equipo, el Real Madrid, ha sido capaz de voltear un 2-0, o 0-2.
Todos los que duplicaron su ventaja salieron victoriosos salvo en aquella polémica serie de 2023 en la que los blancos volaron a Belgrado con un 0-2 en contra después de la gresca en el Palacio, y supieron traerse la serie de vuelta a Madrid…, y ganar el quinto partido después de estar 18 puntos abajo. En total, 31 series y sólo un precedente en el que un equipo levantase un 2-0 o 0-2.
A ese 3,22% se agarra el Barcelona. También a precedentes de los que él mismo ha sido víctima. Hasta el año pasado, ningún visitante había sido capaz de ganar el quinto partido en la historia de los playoffs de cuartos en la Euroliga.
Sin embargo, el mismo día, el Barça sufrió en sus carnes la derrota contra Olympiacos (59-63) y Jasikevicius metió al Fenerbahce en la Final Four de Berlín después de ganar en Mónaco. Curiosa estadística de los monegascos, que han jugado cuatro años en Europa y, en los cuatro casos, han ido al partido decisivo.
El Barça no fue capaz de amenazar en La Roca en los dos primeros partidos del playoff de cuartos, pero sí sabe lo que es ganar en el Principado. El 9 de enero, ganó 84-98 en partido de fase regular. También se impuso en 2022 (63-69) y en 2021 (81-85).
Peñarroya asegura que van a la guerra con “tirachinas” y compiten contra “bombas”, pero lo cierto es que el entrenador de Terrassa ha sabido equilibrar la eliminatoria explorando los límites físicos de su equipo. Ha sido capaz de contener a los pívots del Mónaco y enchufar a la serie a jugadores como Willy, Fall o Justin Anderson. Parker y Punter han cumplido con el rol de jugadores franquicia y Brizuela ha dado un salto hasta convertirse en un jugador determinante.
Una de las incógnitas con vistas a mañana será saber si Peñarroya recupera a Jan Vesely, con problemas de lumbalgia y, si así fuera, cómo resolvería las rotaciones de los pívots después de lo que le han dado Fall o Willy en los partidos del Palau.
En todo caso, no sería una mala noticia para el entrenador porque el Barça está jugando al límite de sus fuerzas. Jugadores como Satoransky, a sus 33 años, obligado a un sobresfuerzo por las bajas de Laprovittola y Juan Núñez, casi no podían ni moverse este viernes cuando terminó la cuarta batalla en el Palau. La estadística apenas le da un 3,22%, pero el Barça irá con las fuerzas que le queden a Mónaco para intentar llegar a Abu Dhabi.
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