Madrid y Barça, una lucha agónica

La Euroliga ha consumido ya 28 jornada de su extenuante fase regular: solo quedan seis. Pero queda mucho en juego, casi todo. Y a los equipos españoles la batalla les toca, esta vez, en el lado más peligroso. El que puede acabar con sus huesos fuera incluso de la repesca del play in, la gatera por la que se coló la temporada pasada, por ejemplo, el Baskonia, que acabó así en cuartos de final. Hubo, entonces, tres españoles en el cruce: el Real Madrid fue líder y el Barça cuarto, los dos con ventaja de campo en el playoff (los azulgrana la desaprovecharon, contra el Olympiacos).

Un año antes, en 2023, Barça y Madrid fueron segundo y tercero, y el Baskonia noveno… pero entonces no había play in, un formato que se estrenó el curso pasado siguiendo el ejemplo de la NBA. En 2022, el Barça fue líder y el Madrid cuarto… así que lo normal es que los dos estén en cuartos, y con factor cancha, normalmente una puerta abierta de par en par hacia la Final Four.

Pero esta vez las cosas han cambiado. A falta de solo seis jornadas para el final, no hay ningún español entre los seis primeros, el Barça aparece en la zona de play in (noveno) y Real Madrid y Baskonia estarían, si acabara así la fase regular, fuera incluso de la repesca. Una situación extrema y nada habitual que tiene a los vitorianos casi sin opciones (12-16, decimocuartos a tres partidos del décimo) y a Barça y Madrid en una lucha común…y agónica. 15-13 para los de Joan Peñarroya tras su triunfo en pista del Alba, colista; y 14-14 para el Real Madrid, que ha igualado ya su tope de derrotas en este formato con su patinazo en pista del campeón, el Panathinaikos.

Será una pelea de supervivencia porque quizá no quepan los dos en la repesca. Y si lo hacen, habría muchas posibilidades de Clásico en ese formato de un solo partido a todo o nada. El Madrid está a solo una victoria del Barça y tiene la ventaja de que le ha ganado los dos cara a cara del curso en Europa, así que le vale el empate para ponerse por delante en la clasificación. Los blancos tienen un calendario no terrible, pero sí peligroso. Y con muchos duelos directos. Ahora mismo están a tres partidos del cuarto puesto, así que ya no tienen prácticamente opciones de aspirar al factor cancha en cuartos. Y a dos del sexto, el último que no juega play in y accede directamente a cuartos.

La próxima semana, los de Chus Mateo juegan contra la Virtus, uno de los equipos sin opciones (penúltimo, 7-21). Pero lo hacen a domicilio, el gran quebradero de cabeza para los blancos: 4-10 lejos de Madrid, un dato terrible que solo empeoran los de la cola (Baskonia, Lyon, Maccabi, Bolonia y Alba). Un patinazo en Italia complicaría mucho las cosas para un Madrid que también tiene el peliagudo doble duelo en Belgrado. Tiene que visitar todavía a Estrella Roja (sexto, 16-12) y a un Partizán que es ahora octavo (15-13). Dos partidos que pueden ser además duelos directos, como el que queda en el Movistar Arena contra el Milán de Messina y Mirotic (décimo, 15-13). Los otros rivales en casa serán el Asvel y un Paris Basketball que ahora es séptimo (16-12). Así que lo que tiene por delante el Madrid se puede ver con optimismo (no juega ya contra los cinco primeros) o con mucha precaución: hay cuatro equipos que todavía se juegan mucho y dos que no pero el duelo contra uno de ellos es a domicilio, ese partido bisagra de la semana que viene del que puede salir el equipo mejor posicionado para la recta final o en situación absolutamente crítica, si patina.

El Barça tiene cuatro partidos en casa y dos fuera, pero siguen sin volver Kevin Punter y Jan Vesely, dos bajas gigantescas sumadas a la de Nico Laprovittola para todo el curso. Los rivales en el Palau serán Partizán, Zalgiris, Bayern y Bolonia y las visitas que quedan por delante son a Milán y Estambul, para visitar en la penúltima jornada al Fenerbahçe de (morbo) Sarunas Jasikevicius. Además, el Barça tiene tres partidos seguidos ahora en su pista (Partizán, Zalgiris, Bayern) que necesita ganar para no descolgarse de la zona de, al menos, play in.

Es extraño ver en esta situación a Real Madrid y Barcelona y absolutamente insólito que estén los dos así en la misma temporada. Pero la cosas no han mejorado y la clasificación ni miente ni engaña después de tantas jornadas, así que la única vía ya para ambos pasa por apretar los dientes en estos seis partidos que quedan para evitar el sonado fracaso que supondría no estar ni siquiera en la repesca, entre los diez primeros de la clasificación.

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