EuroCup | Semifinales | 1º partido
El mazo de Simonovic funde al Gran Canaria
Tras ir perdiendo 56-38, el equipo insular se puso 64-59 con un par de minutos por delante. El gigante montenegrino dinamitó las opciones de remontada. La diferencia en el rebote, clave.

Menuda maratón de kilómetros acumula estos días el Gran Canaria. Tras jugar el sábado en Girona llegó ayer a Estambul para regresar mañana a Gran Canaria vía Barcelona. Con la misma tiene que volver dentro de una semana a la capital otomana. Es lo que toca tras perder hoy con el Bahcesehir (74-66) en un partido en el que dilapidó mucho tiempo pero también pudo regresar a tiempo como para agarrar una victoria que finalmente se escapó.
RESUMEN
Entrenador: Dejan Radonjic.
66. Dreamland Gran Canaria (21+16+15+14): Albicy (-), Brussino (8), Shurna (9), Tobey (14) y Thomasson (12) -quinteto titular-; Ngouama (7), Conditt (5), Homesley (9), Pelos (2) y Salvó (-).
Entrenador: Jaka Lakovic.
Árbitros: Sasa Pukl (Eslovenia), Jakub Zamojski (Polonia) y Josip Radojkovic (Croacia). Sin eliminados.
Incidencias: Encuentro correspondiente al primer partido de semifinales de la Eurocopa de clubes de baloncesto, disputado en el Sinan Erdem Sports Hall de Estambul (Turquía).
Resulta que la hueste de Jaka Lakovic se vio 18 puntos abajo mediado el tercer cuarto y, tras ponerse a cinco, tuvo posesión para continuar reduciendo la ventaja. Sin embargo, Simonovic se hizo todavía más grande para fundir al equipo grancanario, que será el anfitrión este viernes desde las 20.00 hora insular.
Resulta que el traslado a negro del irreconocible Gran Canaria llegó demasiado pronto en una primera parte de la que no podía sacar nada positivo. Tampoco es que empezara mal la formación de Jaka Lakovic, que de hecho se había puesto 13-15 con Mike Tobey, el que nunca falla, al mando de las operaciones insulares. Sin embargo, la formación amarilla se llevó de pronto un sonoro revolcón, traducido en un 10-0 de parcial en contra. Aquella canasta de Homesley para cerrar el primer cuarto 27-21 parecía agua bendita para los suyos.
Nada de eso, claro. Ahora era Korkmaz quien, por parte del Bahcesehir, picaba de todas las maneras posibles, un demonio suelto en la cancha que, enchufando desde la periferia, disparaba a los suyos en el marcador: 34-21. El Granca no se enteraba de nada. En ningún caso en la canasta contraria, donde cada jugada era una ecuación, y mucho menos en la propia, donde el tráfico no podía estar más despejado.
El 37-23 al que se llegó con el triple de Smith trajo consigo un obligatorio tiempo muerto de Jaka Lakovic, pequeño receso que tampoco es que pudiera sacar a su equipo del berenjenal en el que se había metido de tantas facilidades como regaló a su rival, que reboteaba mucho más, 20-13, y anotaba sin apenas oposición. Al descanso, 49-37 y gracias.
Pese a que el flujo ofensivo otomano se había reducido sobremanera, apenas 25 puntos tras el descanso, el segundo triple de Cavanaugh y otra canasta de Simonovic le dieron al equipo anfitrión un esclarecedor 54-37 así, de sopetón, lo que obligó otra vez a Lakovic a parar el duelo cuando ni siquiera se habían disputado 150 segundos de la segunda parte. Poco después otro ex ACB como Bouteille puso la máxima diferencia del duelo: 56-38. Entonces, cuando peor lo tenía, el Granca se puso las pilas para empezar a maquillar poco a poco una cara pintada a la manera que quería su rival.
Thomasson y Brussino cantaban bingo desde la frontera para el 58-44. Hacían falta más actores secundarios para que la hueste amarilla se enterara de qué iba la película, cuyos últimos 10 minutos se aventuraban emocionantes, tal vez de pronóstico incierto, cuando Ngouama, desde el 6,75, avivaba la llama de la remontada, 62-52 mediante, acaso la mejor manera de disculparse tras un par de pérdidas previas.
El base francés, cuya plaza en el róster insular solo se concede en la Eurocup, arrancó por fin la moto que lleva dentro, prodigiosa zancada la suya, un base poderosísimo a campo abierto, y con un par de penetraciones le dio un sonoro empujón al Gran Canaria, que empezaba a creer de verdad en la victoria con ese 64-59 que colocó Thomasson tras una bandeja en un centelleante contragolpe.
Sin embargo, hasta ahí llegó el equipo canario. No es que entrara tarde al partido, aunque por supuesto que debió hacerlo antes. Su problema fue la falta de paciencia cuando estaba, con todas las opciones posibles, dentro de él. Resulta que, con esos cinco puntos de diferencia en contra, tuvo hasta una posesión de reducir todavía más esa ventaja que, en menos de lo que dura un pestañeo, se estiró hasta los nueve cuando Simonovic sacó el mazo en dos ataques consecutivos. Cualquier opción de victoria insular, quedando todavía un par de minutos de juego por delante, quedaba automáticamente anulada. El gigante montegrino siguió brillando para completar una estadística rotunda. Suyos fueron 20 puntos y 8 rebotes, aspecto clave del juego donde la diferencia entre ambos equipos fue demoledora: 41 (19 ofensivos)-28.
El 1-0 a favor del Bahcesehir trae consigo que, en caso de victoria del Gran Canaria este viernes, haya que volver a orillas del Bósforo para jugarse una plaza en la final de la presente Eurocup. Dicha cita tendría lugar el miércoles 2 de abril a las 17.00 hora insular.
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