Estos son los 15 aparatos que los electricistas recomiendan no enchufar nunca a una regleta
Según los expertos, esta serie de electrodomésticos son susceptibles a sobrecargar una regleta y provocar un incendio.
Son cómodas, prácticas... y potencialmente peligrosas. Las regletas de enchufes, omnipresentes en cualquier hogar moderno, esconden un riesgo silencioso cuando se utilizan mal. Lo advierten electricistas de toda España y lo recalcan entidades del gremio: hay aparatos que, por su alta demanda energética, nunca deberían conectarse a un ladrón.
Según datos del Consorcio de Compensación de Seguros, adscrito al Ministerio de Economía, Comercio y Empresa, los incendios de origen eléctrico en viviendas españolas superan los 20.000 casos anuales. Muchos de ellos, subrayan los expertos, están relacionados con el uso indebido de enchufes múltiples.
Y es que la proliferación de dispositivos electrónicos ha hecho de las regletas un recurso habitual. Sin embargo, su uso tiene límites claros. La primera norma es sencilla: no superar nunca la potencia máxima itida, indicada en el propio dispositivo o en su embalaje original. Además, es fundamental desechar cualquier regleta dañada, antigua o sucia, ya que aumenta exponencialmente el riesgo de accidente.
Aun así, estos 15 electrodomésticos están prohibidos
Incluso respetando estas normas básicas, hay 15 aparatos que los profesionales consideran incompatibles con este tipo de conexiones. La razón es simple. Todos ellos requieren más electricidad de la que una regleta convencional puede ofrecer con seguridad. Son los siguientes:
- Las aspiradoras: suelen tener picos de potencia que pueden provocar disparos del diferencial, es decir desvíos de electricidad al exterior.
- Hornos microondas: demandan una gran cantidad de energía en muy poco tiempo, lo cual la regleta no proporciona.
- Cafeteras eléctricas: su consumo, aunque breve, es elevado y constante.
- Secadores, rizadores y planchas para el pelo: su generación rápida de calor multiplica los riesgos de sobrecalentamiento.
- Teteras eléctricas: requieren un gran suministro energético instantáneo.
- Hornos eléctricos: deben contar siempre con una toma individual.
- Cintas de correr y otros equipos de gimnasio: concretamente motores que consumen mucha energía de forma sostenida.
- Aires acondicionados portátiles: diseñados para conectarse directamente a una línea segura y sin intermediarios.
- Radiadores y convectores eléctricos: suman consumo eléctrico y calor, combinación especialmente peligrosa.
- Lavavajillas: el motor y el sistema de calefacción requieren una alta potencia y estabilidad.
- Planchas de ropa: necesitan una concentración intensa de energía en cortos intervalos.
- Frigoríficos: requieren de un suministro eléctrico constante para su correcto funcionamiento.
- Calentadores de agua eléctricos: demandan energía prolongadamente y a alta intensidad.
- Congeladores: igual que los frigoríficos, necesitan estabilidad y no toleran interrupciones.
- Lavadoras y secadoras: ciclos largos y motores de alto consumo justifican una toma directa.
Con todo esto, también es necesario hacer cotidianos algunos gestos para evitar tragedias fatales. El mensaje de los expertos es claro: desenchufar un dispositivo de riesgo apenas necesita unos segundos y puede evitar desde daños materiales graves hasta siniestros personales. En un momento donde las casas se llenan de dispositivos, la responsabilidad pasa necesariamente por un uso informado y prudente de cada enchufe.
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